Aliviado. Así se sentía el médico Jiang Wenyang, quien fue retratado acostado en una cama vacía con su traje y gafas protectoras. Su imagen se viralizó en las últimas horas porque se convirtió en un fiel reflejo del sacrificio que hacen miles de profesionales de la salud en todo el mundo día tras día para atender a las personas que contrajeron coronavirus.
Wenyang permitió relajarse durante el último turno nocturno para él en el hospital temporal Wuchang, que ofrece tratamiento a pacientes con coronavirus. Al día siguiente, él y sus colegas asistieron a una breve ceremonia para celebrar el cierre del establecimiento cuando los últimos 49 pacientes fueron dados de alta.
Cuando los doctores y enfermeros se retiraron, el hospital también terminó su misión. Fue el último de los 14 centros de salud temporales que se cerraron en Wuhan.
“No vuelas pero eres mi superhéroe”, comentó un internauta chino en Internet.
El número de casos de coronavirus “importados” a China superó este sábado por primera vez el de contagios locales, según la Comisión Nacional de Salud china, que en su último recuento contabilizó 7 nuevos casos procedentes de otros países y 4 domésticos, en la provincia de Hubei, donde se originó el brote.
Las autoridades sanitarias chinas informaron de que, hasta la fecha, se han detectado 95 casos que Pekín denominados “importados”: pacientes diagnosticados en China llegados de otras partes del planeta, donde el virus se va propagando, con focos sobre todo en Japón, Corea del Sur, Irán o Italia y, en menor medida, países como España, Francia o Alemania.
