La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil presentó una denuncia ante la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra el presidente Jair Bolsonaro por su gestión política, económica y social de la pandemia, mientras cientos de personas protestaban nuevamente en varias ciudades del país para exigir su destitución.
El texto presentado por la Comisión Especial de Ecología Integral y Minería de la Conferencia Episcopal (CNBB, por sus siglas en portugués) denunció una "conducta política, económica y social contradictoria, negacionista, indiferente al dolor" que "está amplificando las profundas desigualdades".
Además criticó "la indiferencia de los poderes públicos a nivel federal, estatal y municipal ante los hechos presentes" y exigió "una investigación para determinar posibles responsabilidades", según informó ayer la agencia de noticias Europa Press.
El documento se concentró principalmente en Bolsonaro y respaldó "las más de 60 peticiones de destitución del presidente de la República, en particular por los crímenes de responsabilidades con respecto a la política de salud pública en tiempos de pandemia". La denuncia exhortó a presionar al Gobierno brasileño ante la "falta de transparencia" en el manejo de la pandemia.
"De cada 10 personas muertas en el mundo por Covid-19, una de ellas es de Brasil", enfatizó la CNBB en el texto, firmado junto a otras organizaciones religiosas, como el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil (CONIC), el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), Franciscanos Internacionales o la Fundación Luterana de la Diaconía. Asimismo, sostuvo que las personas más afectadas por la "opción política" del recorte del gasto público son las personas negras e indígenas, "fortaleciendo así el racismo estructural de nuestra sociedad". La carta además destacó una investigación de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de San Pablo que concluyó que "las decisiones del Gobierno con respecto a la pandemia revelan una estrategia de propaganda contra la salud pública" y que recurre a "noticias falsas" e "informaciones técnicas sin comprobación científica".
¿Otra variante del virus en México?
La Universidad de Guadalajara, en México, detectó en cuatro pacientes contagiados por una mutación del coronavirus, denominada E484K, que podría ser una variante local y, por tanto, diferente a las detectadas en Brasil, Reino Unido o Sudáfrica, informó ayer la jefa del Laboratorio de Diagnóstico en Enfermedades Emergentes y Reemergentes (Ladeer) de la institución, Natali Vega Magaña.
Uno de los cuatro afectados había tenido contacto con una persona extranjera en Puerto Vallarta, donde inició la infección, dijo Vega Magaña, mientras otros dos pacientes no reportaron haber tenido contacto con gente que haya viajado al extranjero.
"Tenemos que hacer más estudios; lo que podemos confirmar es que sí detectamos la mutación E484K y esto es un hallazgo importante, ya que no había sido reportada en México", explicó la especialista.