En la mañana de este miércoles, el Arzobispado de San Juan presentó el “Protocolo de protección de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables” y la Comisión que trabajará en su implementación, con el fin de recibir denuncias por casos de abuso y prevenir este tipo de delitos en el marco de la Iglesia.
Al respecto, el arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Lozano, indicó que “queremos generar en nuestros espacios ambientes sanos. Nosotros podemos percibir, por un lado, que la cuestión del abuso sexual es una realidad muy dolorosa en nuestra provincia, los organismos del Estado nos dan cifras alarmantes de los casos que hay. Respecto de la Iglesia de San Juan, no es una realidad extendida sí es algo que queremos observar, mirar, prevenir. Y también podemos rever algunas situaciones del pasado, ya que recibimos algunas consultas y esperamos que a partir de esta tarea queremos crear ambientes seguros para que no se den casos en el futuro”.
En ese sentido, sostuvo que, la creación del Protocolo y la Comisión no tienen que ver con que haya casos de abuso detectados en los últimos tiempos en la provincia, sino que se trata de una “indicación del Papa, realizada en mayo del año pasado, con la intención de recibir denuncias y prevenir hechos.
El protocolo y el modo de actuar
Las autoridades que forman parte de la Comisión indicaron que, estarán disponibles para “toda situación en la que una persona considere que necesita de la Iglesia para poner en conocimiento o recibir el acompañamiento pastoral”.
En ese contexto, se habilitó una dirección de mail a través de la cual la persona que lo cree necesario puede pedir una entrevista y la posibilidad de dejar una carta en sobre cerrado en la sede del Arzobispado.
A partir de ahí, según indicó Lozano, la psicóloga será la encargada de conversar con la familia o la persona que lo haya solicitado y, de acuerdo al tenor de la denuncia, se verá qué caminos tomar. Si es algo de un consagrado respecto a un menor de edad se iniciarán los procesos canónicos que están previstos desde antes de la creación de este protocolo. Es que, dentro de la Iglesia hay un tribunal conformado que se encargará del acompañamiento del proceso interno jurídico de la Iglesia para saber, de comprobarse las denuncias, qué medidas se toman. Y a su vez se orienta a la persona respecto a lo que correspondería que haga en el ámbito civil.
La nueva normativa implica también la realización de jornadas de capacitación para detectar o prevenir situaciones de abuso. “Ya nos reunimos con directivos de escuelas católicas, sacerdotes y dirigentes de instituciones. Ahora continuaremos la tarea de capacitación con otros sectores, como por ejemplo, el de los catequistas de parroquias, de colegios, docentes, seminaristas”, indicó Lozano.
Por su parte, el padre Miguel Tejada, miembro de la Comisión, indicó que “esta es una tarea que se está desarrollando en la Iglesia universal, ante la problemática de los abusos sexuales sobre menores y personas vulnerables, que tienen a veces como perpetradores a los ministros consagrados. Este esfuerzo que se viene haciendo responde a una problemática que no podemos esconder, sino que, quizás hasta Dios ha permito que salga a la luz para que pueda ser subsanada”.