Los obispos de todo el país se reúnen desde hoy en Pilar, en el marco de la última asamblea plenaria del año, durante la cual compartirán sus inquietudes sobre la realidad pastoral de cada una de sus diócesis. Pero el plato fuerte del encuentro será someter a debate posibles cambios al actual sistema de sostenimiento de culto, que implicará resignar de "manera gradual" los aportes que realiza el Estado. Es decir, la Iglesia Católica daría esta semana el primer paso para renunciar a los aportes del Estado nacional, una decisión histórica que marcará un nuevo rumbo en la ya crítica relación con el Gobierno de Mauricio Macri.
Se trata de fondos por $140 millones que apenas representa el 7% del presupuesto eclesiático, lo que no será un impacto profundo en las arcas de la Iglesia, pero sí tendrá un fuerte impacto en lo político.
El encuentro de los obispos se produce tras la controversia generada por la misa por la "paz, pan y trabajo", celebrada el pasado 20 de octubre por el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, frente a la tradicional basílica, a la que convocaron Hugo y Pablo Moyano, quienes participaron desde la primera fila, además de miembros notorios del kirchnerismo. Tras esa misa, que generó una controversia con el gobierno nacional y provocó cierta tensión dentro del Episcopado, monseñor Radrizzani debió salir a pedir "perdón" en una carta pública -que se leyó durante el fin de semana en las misas de la arquidiócesis- a quienes "han sufrido" por esa celebración, y aclaró que "no tuvo ninguna intencionalidad política".
Por una ley de la última dictadura militar, el sostenimiento de culto se tradujo en una asignación mensual a cada uno de los obispos (hoy alrededor de un centenar), que en la actualidad ronda los 40 mil pesos y otra pequeña a párrocos de frontera y seminaristas diocesanos. Este aporte totalizan $140 millones que está procurando prescindir la Iglesia. Aquí no figuran los subsidios a sus escuelas, tema que no integra las conversaciones en curso porque también lo reciben otros cultos pero ninguno por ser confesional, sino en base al principio de libertad de enseñanza.
El contenido de las tratativas entre la Conferencia Episcopal y la secretaría de Culto de la Nación y la jefatura de Gabinete se mantienen en reserva. Históricamente se tuvo como referencia los sistemas de España, Italia y Alemania, donde el ciudadano destina una pequeña parte de sus impuestos a la religión a la que pertenece o a la ayuda social. Pero al parecer esos modelos fueron dejados de lado en las conversaciones, acaso porque implicaría una ley del Congreso con un farragoso debate. En cambio, colectas especiales -al estilo Cáritas- se considerarían más viables.
El encuentro de los obispos comenzará hoy a las 19.30, se celebrará la misa de apertura del encuentro, presidida por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, informó la oficina de prensa del Episcopado. La asamblea se desarrollará entre el lunes 5 y el viernes 9 en la casa de retiros El Cenáculo, ubicada en Pilar.
Entre otros temas pastorales, se comenzará a organizar la denominada visita "ad limina" que todos los obispos del país realizarán al papa Francisco, en mayo del año próximo, divididos en dos tandas.
Se trata de la visita que el Vaticano programa cada cinco años para los episcopados de cada país.De aprobarse los cambios en el actual sistema, habría un anuncio conjunto entre la Iglesia y el gobierno nacional posterior al desarrollo de la asamblea plenaria, según indicaron a Télam fuentes oficiales.