Las dificultades para la realización de las labores que son necesarias en la etapa de preparación de productos con fines de exportación como también los inconvenientes para adquirir los insumos importados que se requieren para que esos productos sean despachados en óptimo estado están provocando en el sector productivo de la provincia una situación que es preocupante que puede llegar a comprometer seriamente el futuro de este sector de la economía.
Uno de los problemas que más se observa es el de haber dejado transcurrir el tiempo sin que los sectores vinculados a la producción se hayan preparado debidamente para afrontar una situación que era previsible y que incidiría en la salida de productos tanto para el mercado externo como el interno dentro del país. Si bien todos los sectores de la producción se están viendo afectados en estos días por las importaciones que llegan con mucha dificultad debido a la política cambiaria implementada en busca de equilibrar la balanza de pagos, son los productos frutihortícolas y, en especial, los referidos a la vitivinicultura -principal fuente de recursos de San Juan- los que afrontan inconvenientes al haberse reducido considerablemente los volúmenes de despachos tanto para la uva en fresco como para los vinos fraccionados en origen o los que salen a granel para ser fraccionados en otros sitios.
Durante la campaña 2011-2012 San Juan exportó el 90% de uva de mesa de toda la región, con 80 millones de kilos, colocándose en el primer lugar. Para la última campaña esos porcentajes disminuyeron e hicieron que Mendoza alcanzara el 30% con posibilidades de seguir mejorando conforme lo prevén las autoridades de gobierno de esa provincia. Este comportamiento es el que a criterio de muchos productores marca una gran diferencia entre lo que representa el comportamiento de las fuerzas de la producción de Mendoza con respecto a las de San Juan. Entre Marzo y Abril de este año, a penas finalizada la cosecha 2020-2021, los productores mendocinos, al percatarse del comportamiento cambiario, salieron a comprar insumos importados para combatir las plagas, entre ellas la Lobesia Botrana. En el caso de San Juan el comportamiento fue muy diferente y se observa una especie de dejadez por parte del sector público y privado por mejorar las condiciones para la exportación, las que se han visto reducidas en las últimas temporadas.
Muchos productores de San Juan han recibido ayuda oficial e insumos para combatir las plagas que afectan a sus cultivos, pero no las han utilizado en la medida de lo esperado.
El comportamiento del sector productivo mendocino es un claro ejemplo de cómo se debe proceder, con pasos firmes y decididos, con inversiones que redunden en beneficio de las exportaciones.
