La inflación de noviembre fue del 4,9%, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) difundido este miércoles por el INDEC. El último índice por debajo del 5% en 2022 se había registró en febrero, con 4,7%.
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8,7%) fue la división que más creció. En ella se destacó el incremento de los servicios de electricidad y gas a raíz de la segmentación de tarifas en todo el país, y específicamente en GBA, el aumento de agua también por segmentación, detalló el INDEC.
Le siguieron en importancia Comunicación (6,4%) –sobre la que incidió principalmente la suba de los servicios de telefonía e internet– y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,3%) –cuyo mayor impacto se dio por el aumento de los cigarrillos–.
Las dos divisiones de menor variación en noviembre fueron Educación (3,8%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,5%). Esta última fue la de mayor incidencia en casi todas las regiones, por su peso dentro del índice general.
En esta división se detacó la suba de Frutas; Aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos; y Pan y cereales; en tanto Verduras, tubérculos y legumbres registró una baja en la mayoría de las regiones.
A nivel de las categorías, (6,2%) lideró los aumentos, en parte, por las mencionadas subas de los servicios de electricidad, gas y agua, seguida por el IPC Núcleo (4,8%) y, en último lugar, Estacionales (4,1%).
Las 3 razones para que baje este mes
Hay tres elementos clave que influyeron en ese menor ritmo de suba. Por un lado, la estacionalidad. Noviembre suele ser un mes en el que el rubro frutas y verduras refleja incluso baja de precios en algunos productos, lo que reduce la presión sobre la categoría. A este factor se sumó, este año, una característica que aporta buenas noticias, pero puede revertirse, ya que la amplia sequía acotó la disponibilidad de granos para alimentar el ganado y el valor de la carne “se planchó” desde mediados de año, con una evolución que quedó por detrás del resto de los precios. Este resultado se debe a que el mercado recibió mayor oferta de aquellos animales que van a los frigoríficos en vez de proseguir el proceso de engorde. La carne tiene una fuerte incidencia en la canasta de alimentos, lo cual llevó hacia abajo el promedio.
Además, el ministro de Economía, Sergio Massa, avanzó en nuevos programas de precios esta semana, con proveedores de insumos de envases y fabricantes de calzado.
Por otra parte, a mediados del mes pasado comenzó a regir el programa Precios Justos, que congeló el precio de más de 1.500 productos en una primera etapa y que puso un tope, además, sobre una cantidad mayor, con un techo de 4% de suba mensual para el resto de los bienes que venden los supermercados. Y, aunque la vigencia formal del acuerdo arrancó el 12 de noviembre, las negociaciones arrancaron en octubre.
En octubre, el convenio por el cual las empresas participantes tendrían garantizado el acceso a dólares a precio oficial para importar insumos clave en su producción todavía no tenía forma definitiva. De todos modos, por solicitud de la Secretaría de Comercio, que indicó a los supermercados que rechazaran en los primeros días del mes incrementos superiores al “objetivo de 4%”, buena parte de los proveedores revisaron a la baja las listas enviadas originalmente para adecuarlas a la intención oficial.