Como sucedió de manera cíclica en distinta etapas de sus 60 años de vida cinematográfica, Diego Armando Maradona debió anoche sortear un nuevo problema de salud. Otro paso por un quirófano, donde su vida estuvo en riesgo. Quizá no tanto como en el 2000 cuando una sobredosis de droga casi le cuesta perderla, pero sí con una operación por un hematoma subdural en el sector izquierdo de su cerebro que derivó en la intervención de su neurocirujano de cabecera, Leopoldo Luque. La operación se realizó con éxito anoche durante más de una hora en la Clínica Olivos, en Capital Federal, tras la cual el facultativo anunció que "la intervención fue óptima, se logró el objetivo de sacar el hematoma y ahora está en su posoperativo en terapia como es lógico en estos casos. Vamos a ver cómo evoluciona y los pasos a seguir". Antes de la operación hubo una jornada repleta de peleas internas de su ya célebre "entorno maradoniano". Por un lado estaban aquellos que pretendían operarlo y del otro, los que pensaban que no era necesario pues con medicación habría una solución. Así también, las discusiones por las dosis de fármacos que recibió el Pelusa en el último tiempo y que lo llevaron a la triste y penosa imagen que mostró el viernes pasado, justo en su cumpleaños 60 en el Bosque platense.

Desde ese día, la salud del Diez comenzó un tobogán descendente e imparable. Luque, y el médico del equipo que dirige Maradona, Gimnasia, Flavio Tunessi, notaron que su situación física y principalmente anímica estaba muy desmejorada. Vieron que la mala alimentación y las noches durmiendo muy poco mermaron sus fuerzas al punto de estar anémico y con signos de deshidratación. Fue así que se decidió, el lunes por la tarde, internarlo en Ipensa, un centro médico integral de La Plata, donde Tunessi es co-propietario y quien le ofreció a Luque un lugar para el zurdo. Los chequeos médicos, incluyendo una tomografía, detectaron la presencia del hematoma. Antes de ello, hubo un fuerte cruce en la clínica debido a que la encargada de la parte psiquiátrica del nosocomio cuestionó la cantidad de fármacos que recibía el exfutbolista. "Le dan una dosis como para dopar un caballo. Es una locura", resumió. Victoria Caino, hija del propietario de Ipensa, tuvo un entredicho con la psiquiatra personal de Diego, quien afirmaba que había que aumentar las dosis. Luego de ese conflicto y al detectar el problema neurológico se dio ayer pasado el mediodía el segundo "enfrentamiento interno", según contaron fuentes del entorno del exfutbolista. Por un lado el cuerpo neurológico de Ipensa afirmando que no era necesaria una operación, y Luque expresando que era el camino correcto. Fue ahí cuando el médico se topó con la decisión del directorio de Ipensa y por ende Luque debió buscar un lugar para intervenir a Maradona. Así el médico que controla la salud de Diego debió llamar a diversas clínicas de Capital Federal para solicitar un quirófano, pero el rechazo fue general. El "costo" de tener a Diego con peligro de vida le cerró las puertas de las prestigiosa Suizo Argentina o Clínica Los Arcos, donde fue internado en otras oportunidades. Luque consiguió la aceptación finalmente en la Clínica Olivos y si bien manifestó que el motivo del hematoma podía ser un golpe, en un informe el diario Olé marcó la chance de que sea "por el exceso de consumo de alcohol". El facultativo hace un tiempo atrás dejó en claro que Maradona debía lidiar con esa adicción.

 

Pidieron la tutela legal de su padre

 

En la previa a la operación de Diego Maradona sea intervenido, Gianinna, Dalma, Jana y Diego Jr. tomaron la decisión de ponerse al mando de la situación al pedir la tutela legal de su padre.

En una movida que parece ser una declaración de guerra al entorno de Maradona, Dalma y Gianinna encabezan la cruzada, a la que Jana y Diego Jr. se adhieren. Por lo pronto, Gianinna pidió la historia clínica de su padre desde su admisión en Ipensa y solicitó que solamente puedan ingresar los familiares directos de su padre.

A la clínica en Capital Federal también arribó antes de la operación Verónica Ojeda, madre de Dieguito Fernando, el hijo que tuvieron con el Pelusa, y que lo acompañó en los últimos tiempos. No así su ex Rocio Oliva, quien está enfrentada con Ojeda.

 

Por el quirófano

 

Fractura

Jugando para el Barcelona ante el Bilbao, el 13 de diciembre de 1981, Maradona sufrió la fractura de su tobillo derecho por una patada criminal del vasco, Andoni Goikoetxea. Fue operado y apenas 106 días más tarde ya estaba de nuevo jugando.

 

Bypass gástrico

En Cartagenas, Colombia, en marzo del 2005, el Pelusa se sometió a un bypass gástrico buscando mejorar su obesidad. Ingresó al nosocomio con 120 kilos y luego tendría buenos resultados. En 2015 se le hizo una reparación de esa intervención.

 

Rodilla nueva

En julio del año pasado, Maradona tuvo que recibir una prótesis importante en su rodilla derecha, debido a las molestias que tenía para trasladarse. "Es la pierna que recibió todas las patadas", bromeó durante su recuperación el astro.

 

 

Pegó el Negro al entorno

Héctor Enrique, amigo, excompañero y exintegrante del cuerpo técnico de Maradona cuestionó ayer al entorno actual del astro. "Siempre en los momentos difíciles están los que lo quieren más, no los que abrazan al ídolo. A mí me encantaría estar al lado de Diego en este momento. Los mensajes alguien te los lee y te bloquea. A Dalma le pasaba lo mismo", reveló.