En tiempos electorales, como el que se vive en nuestro país, los exabruptos de la mayoría de los candidatos y las acciones de los activistas buscan descalificar al contrincante antes que buscar adhesiones del electorado en base a propuestas y mensajes esclarecedores que sustenten una propuesta creíble para la cuidadanía. Lo realmente lamentable es que la figura presidencial sea blanco de ataques que buscan el desprestigio de quien ha sido electo por el pronunciamiento mayoritario de las urnas. Mauricio Macri es el presidente de todos los argentinos antes que la cabeza de un sector partidario y mientras dure su mandato merece el respeto que se guarda a la máxima autoridad republicana.

Por ello son inadmisibles las manifestaciones del exgobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti, actual diputado provincial y titular del socialismo nacional, quien ha comparado al presidente Macri con Hitler, al hablar en un acto partidario, precisamente en momentos en que el jefe del Estado visitaba esa provincia. Asimilar a Macri con Hitler no admite ningún atenuante tratándose de un político experimentado por más disculpas que haya pedido por semejante exabrupto. La ofensa es mucho mayor porque profana la memoria de millones de víctimas del nazismo y, consecuentemente, el INADI ha iniciado una actuación de oficio.

Por otra parte, pero con igual propósito de menoscabar la figura presidencial, se produjo el jueves último la embestida contra Macri en La Pampa por parte de un grupo de militantes kirchneristas que arrojó huevos al automóvil que lo trasladaba. El cabecilla del escrache al Presidente, Aníbal Prina, sabía lo que hacía y se jactó del "éxito” del ataque en las redes sociales. Claro, este docente universitario fue precandidato en las PASO de La Pampa por el kirchnerismo logrando unos 6.000 votos y allí terminó su aventura electoral. Ahora enfrenta al artículo 211 del Código Penal.

Estos hechos ocurrieron la semana pasada y muestran una cultura intempestiva absolutamente ajena al sentido de la democracia y señalan cómo la interpretan quienes pretenden ser representantes del pueblo en la búsqueda al poder.