El desembarco de Juntos por el Cambio en San Juan, del que serán protagonistas Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Miguel Ángel Pichetto, arroja dos claros mensajes: el más contundente es que en Juntos por el Cambio, la nave nodriza de la filial local Unidos por San Juan, suponen una victoria en San Juan el 14 de mayo, ya que es evidente que las tres visitas quieren una foto con el candidato local, Marcelo Orrego. Pero también el movimiento de los jefes de Unidos por San Juan deja traslucir que la supuesta Casa Amarilla que pretenden conducir desde el 10 de diciembre, pedirá rendir cuentas a la Corona, como ocurre con el sillón de Sarmiento prácticamente desde que existe. Es decir, Orrego deberá responder a cualquiera de Juntos que llegue a la Presidencia del país, si es que eso ocurre, y al menos dos de los que vienen a San Juan esta semana tienen altas chances de llegar a ese lugar. No hay que olvidar que los dirigentes con domicilio en Capital Federal de la mayoría los palos políticos en la historia del país, piensan que en el interior se gana solo si hay apoyo de ellos.
Antes de confirmarse las visitas y a muchos kilómetros de San Juan, aparecía un video del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien trata a los porteños de “reverendos hijos de su madre”. “Siempre están mirando a Europa y eso es lo que ellos van a enseñar en las escuelas, ellos nunca se preocuparon por el interior del país, como ahora”, agregó el mandatario al criticar a un candidato en su provincia, que responde a los popes cercanos al Obelisco. La irreverencia irrespetuosa y fuera de lugar del mandatario solo es analizable dentro de las entrañas de charlas íntimas de una campaña política, pero jamás micrófono en mano y mucho menos en un debate público de ideas. Hecha esa aclaración, también hay que decir que al mirar un poco más en la profundidad, aparece un debate tan antiguo como la República: el malogrado federalismo argentino. Si Gildo, caudillo insalvable de naturaleza democrática dudable, hubiera acomodado sus palabras, quizás el debate se centrara en lo profundo y no en lo superfluo de las malogradas definiciones boca hacia afuera. De lo importante se puede rescatar entonces, que más allá del vocero, Gildo tiene razón. En Argentina el federalismo no existe y el interior lo sabe más que nadie.
Por comentarios en off de algunos referentes de Unidos por San Juan, habían dudas de la efectividad electoral de una foto de Orrego y Fabián Martín con Bullrich, Larreta o Pichetto. Están los que piensan que esa imagen suma votos, por la alta rotación que tienen esos referentes en medios nacionales; además de que supuestamente el sanjuanino ve con buenos ojos el vínculo positivo con las autoridades nacionales. Pero también están quienes dicen que el votante de estos pagos ha desarrollado cierto rechazo a la dependencia nacional. Son elaboraciones antagónicas que se estuvieron discutiendo hasta hace poco y que, quizás, demoraron la confirmación de la agenda de los tres precandidatos en San Juan.
Es curioso, pero al menos dos de las tres visitas tienen alta pertenencia pasada al peronismo: Patricia Bullrich militó en la Juventud Peronista y estuvo en la masacre de Ezeiza cuando Perón llegó a la Argentina después de su exilio; también formó parte de los miles que estuvieron en Plaza de Mayo el Día del Trabajador de 1974, cuando Perón ya presidente, echó a los Montoneros. Además, se hizo responsable de la Juventud Peronista en Madrid, España, allá por 1978 cuando se tuvo que ir del país por la dictadura. A la vuelta de la democracia trabajó primero para el senador Vicente Saadi y luego para Antonio Cafiero. En 1993 fue elegida diputada de Capital Federal por el PJ en una lista que encabezaban Erman González y Miguel Ángel Toma, todos bajo el ala de Carlos Menem.
Por su parte, Pichetto fue 18 años senador por Río Negro del Justicialismo (2001 hasta 2019). En ese período fue jefe de Bloque del PJ de la Cámara Alta durante 17 años. Antes, en 1993, había sido elegido diputado nacional del peronismo. En 1997 fue designado vicepresidente del bloque del PJ en la Cámara de Diputados de la Nación. En 2017 crea Argentina Federal, un bloque en las cámaras de Diputados y Senadores dialoguista con el gobierno de Mauricio Macri. En septiembre de 2018 funda el espacio Alternativa Federal junto a Sergio Massa, líder del Frente Renovador y exjefe de Gabinete de Cristina Fernández, Juan Schiaretti, gobernador de la provincia de Córdoba, y Juan Manuel Urtubey, por esos años, gobernador de Salta. Finalmente en 2019, acompaña a Macri en la fórmula presidencial, elección que ambos pierden a manos de Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Larreta es quizás el que tiene el paso peronista más “salvable”. En una nota firmada por el periodista Mariano Spezzapria y publicada por el diario LA NACION hace poco, se indica que el actual jefe de Gobierno porteño fue subsecretario de Acción Social de Carlos Menem, allá por 1995. En ese mismo artículo se menciona que Larreta participó del armado de la campaña que pariría la fórmula Eduardo Duhalde-Ramón “Palito” Ortega, que caería frente a la Alianza de Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Álvarez. Dos perlitas: el artículo también dice que María Eugenia Vidal, la exgobernadora de Buenos Aires, trabajó junto a Larreta en aquél gobierno de Menem y que todos, junto a Sergio Massa y otros referentes de la actual coalición Juntos, también pululaban cerca del expresidente Menem.
Pero volviendo al federalismo y tomando las palabras del inoportuno Gildo. “Los porteños son una manga de hijos de su madre”. Nadie puede decir eso de un grupo de personas, porque sencillamente la generalización, per se, es un error. Pero sí podemos decir que los últimos gobiernos, de todos los colores políticos, han reprobado la materia “República”. Macri, como Alberto y seguramente Cristina y hasta Néstor, quedaron debiendo plata a la provincia. Por suerte San Juan se las pudo arreglar sin ellos. Para atrás en la historia, para qué contar, si en realidad faltaba plata en todas partes. De igual manera esto no es un tema de fondos, es un tema de respeto, de contención, de pertenencia. No podemos pagar los argentinos el boleto de colectivos o de trenes de un porteño, porque sencillamente no ocurre al revés. No podemos los argentinos no tener un reparto de fondos que no sea equitativo. No se pueden seguir pagando tantos impuestos nacionales, no pueden haber frenado el Paso de Agua Negra como ocurrió, y el listado sigue. Ojalá quienes desembarquen en la provincia para las elecciones nacionales, como ocurrirá este fin de semana, entiendan la diferencia entre visita y conquista, que es lo que tanto mal nos ha hecho en mucho tiempo. De todos los palos políticos.