Invasión de moscas en Villa Cariño, 25 de Mayo, a causa de un criadero de gallinas ponedoras abrió ayer un nuevo capítulo. Es que, mientras personal de la Municipalidad de 25 de Mayo trabajó en la desinfección de la zona, desde la Justicia dijeron que no pueden dar con el dueño del emprendimiento avícola, ya que es de Mendoza. ‘Hace unos meses se constató que el criadero estaba funcionando pese a mi prohibición. Se citó al dueño, pero no se presentó y se ha ordenado la citación por la fuerza pública”, dijo el juez de Paz, de 25 de Mayo, Guillermo Rahmé.
El magistrado comentó que está con este caso desde diciembre del año pasado. En un primer momento ordenó la clausura provisoria porque el emprendimiento no cumplía con la documentación y requisitos para la habilitación, pero nadie se presentó a hacer el descargo. “En ese momento decreté la clausura hasta que se cumpliera con lo relativo a las habilitaciones y el pago de la multa que se dispuso. Se notificó y la sentencia quedó firme. En marzo de este año, se ordenó una constatación del lugar porque me llamaba la atención la pasividad de los dueños que no se habían presentado ni se habían puesto en regla.
Ahí se constató que se había quebrantado la sentencia dictada por mí y el criadero estaba funcionando. Sólo se podía ingresar al lugar a alimentar a los animales, no se podía dejar que murieran 75.000 gallinas, pero estaba funcionando pese la prohibición mía”, dijo Rahmé y comentó que de inmediato mandó al Fiscal Alejandro Mattar la documentación para hacer una denuncia penal. Al respecto Mattar dijo que está en proceso investigativo.
En este contexto, y ante el insistente reclamo de los vecinos que hicieron reclamos hasta en la Defensoría del Pueblo, Rame dijo que analizará el cierre definitivo de este lugar y que ordenó que la Policía haga controles permanentes para que no vuelvan a abrir, al menos hasta que se presenten los propietarios ante la Justicia.
En este mismo sentido, Javier Ferrer, director de Producción de 25 de Mayo, dijo que para ellos la solución definitiva sería que el lugar se cierre, porque es un problema de vieja data y nunca para. “Se ponen en regla, cambian de dueños y vuelven a cometer la falla. Este emprendimiento funciona así”, dijo el funcionario y agregó que ellos comenzaron una desinfección en la zona afectada, para llevarle tranquilidad a los vecinos. La invasión de moscas comenzó, según los vecinos, en 2005, pero nunca tuvieron solución, por eso el jueves hicieron un corte en Ruta 20 y Calle 4, donde está el criadero de gallinas.
No tienen paz
Según los vecinos la invasión de moscas no los deja en paz. No pueden recibir visitas en sus hogares, no pueden tomar mate en el patio de las casas y hasta se les complica dar la copa de leche en la escuela de la zona. Villa Cariño está ubicada cerca del cementerio de 25 de Mayo, es una zona rural.