La lectura es indiscutiblemente uno de los hábitos más beneficiosos para el desarrollo intelectual de los chicos, y aun así pareciera -a prima facie- que están cada vez más alejados de los libros y más cerca de la tecnología. Si bien, una cosa no quita la otra, ahí está el papel de los adultos para promover y estimular la lectura tradicional que fomenta la imaginación, la creatividad y estimula el proceso del lenguaje ya que enriquece el vocabulario y consolida la expresión oral. María Valeria González, licenciada en Psicopedagogía (M.P 312), integrante del equipo interdisciplinario del Gabinete Técnico de Educación Dr. Carlos Veronelli, y estudiosa de la importancia de la lectura para el desarrollo de los chicos, cuenta acerca de la realidad actual de este vínculo tan importante para el ser humano.

-¿A qué edad los padres deben comenzar a estimular el gusto por la lectura?

No hay una edad de inicio, sí es cierto que mientras más temprano se comience es mejor porque uno aprende jugando. Lo lúdico siempre es motivo de aprendizaje, más aún en los niños. Por eso es importante incentivarlos con rimas, trabalenguas, canciones, todas cosas que fomentan el lenguaje oral para luego ingresar al proceso de lectura. En salita de 3 ya es bueno motivarlos con juegos, como empezar una palabra y que los chicos la terminen, de ese modo van conociendo los sonidos iniciales y finales, eso también te da la pauta para tratar aquellas debilidades que puedan presentar los chicos. Como papás todo debe ser motivo de aprendizaje para la lecto escritura, como por ejemplo cuando vamos pasando por una calle y los pequeños reconocen carteles, asocian la imagen con lo que significa, y eso es lo mismo que pasa con la lectura, uno va decodificando en forma oral primero las letras, luego el fonema hasta llegar a la palabra.

– ¿Qué deberían tener en cuenta los papás antes de empezar con la lectura formal para lograr el estímulo necesario?

Se debe tener en cuenta lo que nosotros llamamos precursores de la lecto escritura y son los que nos van a ayudar a la adquisición de las herramientas necesarias. Una es la conciencia fonológica que es la capacidad de poder reconocer el sonido de las letras y se logra a través de las canciones, juegos, rimas, y eso está estudiado ampliamente. Es muy importante porque los niños aprenden como suena una letra y no sólo el nombre de la letra, es decir que la conciencia fonológica habilita al niño que desde sus funciones cognitivas empiece a incorporar la oralidad, el correcto funcionamiento de las letras, porque muchas veces uno se encuentra con niños en primer grado que conocen las letras pero no saben cómo suenan, y es una dificultad. A mi me gusta mucho trabajar con el nivel inicial porque los chicos tienen la cabeza abierta para aprender tanto las herramientas cognitivas como pedagógicas.

-¿La pandemia influyó en este proceso?

El aislamiento atrasó todo porque hablar con el barbijo puesto impidió este proceso. Es que el niño también aprende mirando de qué manera abro la boca para pronunciar para que las palabras suenen correctamente. De hecho tenemos muchos chicos en tercer grado que les cuesta mucho la pronunciación, y por supuesto, la lectura fluida que ya deberían haber adquirido en esa etapa. Lo que se espera es que en el nivel inicial los chicos reconozcan algunas letras, su nombre y los de los compañeritos de sala; y en primer grado, en septiembre, ya deben haber adquirido unas 24 palabras y leer oraciones. Luego terminan de afianzar y de entender lo que leen porque de nada sirve si no hay una comprensión. Todo este proceso va formando buenos lectores pero también una buena comprensión lectora, si no, nos encontramos en la secundaria con chicos que leen bien pero les preguntas ¿qué es lo que más te gustó?, y te miran como diciendo que no se acuerdan de nada de lo que leyeron. Es decir que no hay una buena decodificación de lo que han leído.

 -¿Esto quiere decir que si esa etapa falla, luego hay adolescentes y adultos con serias dificultades para la comprensión de textos?

Sí, pero también hay que tener en cuenta que hay niños que se los ha estimulado y sin embargo tienen falta de conciencia fonológica o de buena identificación de letras, con lo cual se puede visualizar una dificultad específica como dislexia u otros trastornos. Afortunadamente esto ha avanzado mucho en el ámbito de la neurología, y se han desarrollado muchos recursos para fortalecer estas dificultades, tanto que nada de esto implica que el día de mañana puedan ser excelentes estudiantes y profesionales.

-¿Qué importancia tiene el libro de literatura infantil en todo este proceso?

Es importantísimo porque el material concreto también te habilita a tener esta motivación por aprender. Por eso es importante que en las casas siempre hayan libros de cuentos con muchas imágenes. Esta también es una forma de trabajar que debe ser aprovechada por los padres para preguntarles acerca de los dibujos, anticipar de que se trata el cuento, animarlos a cambiarle el final, indagar sobre qué es lo que más les gustó y que lo dibujen, y eso con un niño de 3 años ya se puede hacer perfectamente. Así trabajamos en la oralidad, la imaginación, más teniendo en cuenta que ahora los niños están tan cebados con los celulares, que no tienen capacidad para imaginar, porque viven en un nivel de fantasía que no es la realidad. Por eso es que nosotros los adultos debemos llevarlos a trabajar la creatividad y la imaginación a través de un libro. Eso es fantástico y fundamental. Uno que está del otro lado puede ver la diferencia entre los niños que han tenido acceso a material, a libros de cuento o para colorear, y los que no han tenido esa posibilidad. Por ese motivo es que debemos incentivar la lectura desde todos los ámbitos. Es imperiosa esta necesidad que debe partir desde los adultos.

– Quienes tenemos más edad recordamos la hora de lectura en la escuela primaria que no faltaba jamás ¿se conserva o se ha perdido este espacio?

En algunos colegios sí y en otros no porque trabajan con otro tipo de proyectos, como por ejemplo en el primer ciclo se hace mucho hincapié en la oralidad, igual creo que en algún momento se hace la hora de lectura. También es real que se va perdiendo porque el diseño curricular actual es muy amplio y cuesta encontrar el momento para leer. De todas maneras hay escuelas en las que trabajan hermoso con ésto y en otras priorizan su proyecto áulico con otras actividades. Sí destaco que en San Juan hay muchas salitas de cinco que tienen el rincón de lectura en el que los niños pueden mirar y tomar el contacto con el libro, es una puerta que se abre para que después en la primaria se pueda trabajar formalmente.

María Valeria González, piscopedagoga y gran promotora de la incorporación
del libro desde temprana edad.

– ¿El uso de tantos dispositivos tecnológicos, sobre todo el celular, ha afectado de alguna manera el desarrollo de la lectura o de otro tipo de aprendizaje?

Sí, sí, como también la capacidad de interactuar con el otro. Hay muchísimos chicos con indicadores de aislamiento y de ausencias porque les cuesta tratar con sus pares, y eso se ve con mucha frecuencia. Influye en la falta de socialización, de lenguaje apropiado para su edad, o el uso de lenguaje neutro que no es acorde al que se habla acá, totalmente desconectado de su lengua materna.

– Si tuvieras que explicarle a un papá o a una mamá el motivo por el que la lectura es tan importante desde temprana edad ¿qué le dirías?

Yo soy mamá y para mi la lectura es un puente -que puede ser angosto, ancho, corto o largo-, porque además de estimular la correcta pronunciación, la fluidez, la comprensión que me habilita para tener aprendizajes significativos en la vida, el vínculo que se genera cuando una mamá, papá o un adulto le lee a su hijo no tiene precio. Es compartir con él, ser cómplices de risas, si leo una historia de suspenso o lo que sea genera vínculos, por eso un niño que crece con ese tipo de estimulación, será una persona que no tendrá problemas de socialización, será un niño que sabrá hablar, enfrentar obstáculos, porque hay un adulto que lo habilita, que lo mira y que también lo escucha.

 – ¿Cómo elegir libros de cuentos para los chicos que realmente sean apropiados y saludables para la edad?  

Hay de todo, así es que los papás deberán elegir en función de las creencias, de lo que queremos enseñar, de los valores que queremos transmitir. Uno no puede decir que es lo mejor o lo peor, pero sí explicar que como hay un gran abanico de posibilidades hay que saber diferenciar que queremos para ellos.