Inatajable. Roberval, con un golpe sutil, puso la pelota al ángulo.

 

"Viejo es el viento y sigue soplando", dice un conocido refrán. Mientras en el Mundial los golazos son moneda corriente, ayer en Santa Lucía, Emilson Roberval, quien supo brillar hace años en San Martín, se despachó con un lujito digno de destacar. El brasileño de tiro libre puso la pelota al ángulo superior del palo izquierdo del arquero García. Aun así, no alcanzó porque luego San Martín se quedó con las manos vacías.