A la altura. Los poco más de mil metros de vallas que se colocaron en las largadas y llegadas fueron fundamentales para que los ciclistas pudieran embalar de la mejor manera. Además, los flybanners le dieron el mejor colorido.

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Desde que se supo que la Vuelta a San Juan sería Internacional y de categoría 2.1 para la Unión Ciclista Internacional, se trabajó incesantemente para no dejar ni un detalle librado al azar y estar a la altura de la circunstancia tal cual lo exigen los eventos de primer nivel. Por eso, el grupo de logística jugó un papel aparte para brindar la mayor seguridad al pelotón en las largadas y llegadas.

Siempre comandados por la Secretaría de Deportes, el grupo de logística y armado trabajó durante más de 15 horas diarias para brindar lo mejor. El corte de calles en cada lugar de largadas y llegadas, que generalmente fue el mismo en casi todas las etapas, se realizó a las 8 de la mañana. Desde esa hora comenzaba el trabajo de este grupo que se distribuía las distintas actividades. 

Gustavo Blasco, encargado de los vallados en largadas y llegadas, contó que se colocaron previo a la línea de meta 400 metros de vallados con valla inclinada y pasando la línea de meta, fueron 135 metros más con vallas verticales, totalizando así 1.070 metros de vallado. Lo que hizo que cada sprint se desarrollara de la mejor manera sin poner en riesgo al pelotón. Ese grupo estuvo integrado por 22 personas y se necesitó de cinco camiones para el traslado de las mismas de un lugar a otro. “Fue una semana de un trabajo incesante pero por fortuna todo salió bien”, expresó Blasco quien contó que el día jueves ni bien terminaron de desarmar todo finalizada la etapa en San Martín cerca de las 11 de la noche, ahí no más partieron rumbo al Colorado para empezar con el armado a las 3.30 de la madrugada de manera que todo estuviera listo en la llegada de la misma. Ese día, la etapa finalizó pasado el mediodía, por lo que el grupo completó su jornada de trabajo cerca de las 17 horas.

En tanto, los vallados de metas sprinters y de montaña y también los arcos que indicaban los 25, 10, 5, 3 kilómetros y 1.000 metros finales, fueron colocados por Adventure Pro que además colocó “flybanners” (banderines montados al costado de los vallados). En todo ese operativo trabajaron 55 personas, un camión, una combi y dos camionetas. Mientras que en el armado de escenarios y podios trabajó la empresa de Hugo Di Bernardo colocando escenarios de 7 metros por 5 con 40 operarios más.

La coordinación de toda la logística y ubicación de los tráilers de prensa y control antidoping estuvo a cargo de Juan José Pérez, quien también manejó un grupo de 15 personas con 3 referentes destinados para distintas funciones. Toda esa gente hizo el trabajo que menos se ve, pero que sin dudas fue fundamental para hacer una gran Vuelta.