Se termina el 2017 y no quedó rincón sanjuanino sin fumigar por aire y tierra, o controlado con técnicas de confusión sexual, en las zonas definidas como potencialmente peligrosas para la reproducción de la polilla Lobesia botrana, la gran plaga de la vid. Con 41 millones de pesos, mitad nacionales y mitad provinciales, por primera vez la provincia realizó un ataque preventivo integral entre octubre y diciembre. Se cubrieron 20.372 hectáreas, un 45% más que las 14.000 previstas a mitad de año, y las autoridades están satisfechas, pero ahora preocupa que a pesar de que fue sancionada una ley nacional para el combate de esta plaga, en el presupuesto no están asegurados los fondos para continuar con la campaña en el 2018. ‘’Nosotros como provincia políticamente vamos a seguir reclamando, de lo contrario se puede perder este esfuerzo. No queremos que esta plaga llegue algún día a afectar la producción local de uva, no queremos que se radique en la provincia’’, dijo el ministro de Producción, Andrés Díaz Cano. Los esfuerzos están destinados a evitar que se propague la plaga como ocurrió en Mendoza, donde ha causado perdidas económicas al sector vitivinícola. Es que mientras en los viñedos sanjuaninos se encontraron 2.820 ejemplares en toda la temporada pasada (entre agosto de 2016 y mayo de 2017), en Mendoza se capturaron más de 1.000 polillas por trampa.
Este año, en los momentos donde el insecto realizó el primer y segundo vuelo de reproducción (del 2 al 23 de octubre el primero y del 14 de noviembre al 5 de diciembre el segundo) en la provincia se realizó una ataque contundente para controlar la plaga. La Dirección de Sanidad Vegetal Animal y Alimentos asistió con la distribuciones de feromonas (técnica de confusión sexual) o insecticida a 1.400 productores. Los difusores de feromonas se colocaron en 12.332 hectáreas y fuera de esas áreas cuarentenadas, con aplicaciones aéreas se llegó a 8.040 hectáreas más. Además se entregó insecticida a productores anotados para fumigar por tierra otras 8.000 hectáreas más.
Esta última superficie no se suma porque se superpone y complementa en ciertas zonas con los anteriores. En todos los casos, la campaña preventiva se centró en zonas de Caucete, 9 de Julio y Sarmiento.
Por aire
8.040 hectáreas se fumigaron con aplicaciones aéreas. Se llegó al 96,5% de la superficie cuarentenada de Caucete; 95,5% de 9 de Julio y 93,5% de Sarmiento.
Feromonas
10 millones, la mitad de lo destinado por la provincia a la campaña, se utilizó para la compra de feromonas para 3.800 hectáreas. Las 8.532 ha restantes fueron realizadas por Nación.