La madre de Sheila Ayala, la niña de 10 años asesinada en la localidad bonaerense de San Miguel, dijo hoy que espera que su cuñada y el marido, detenidos por el crimen, “no salgan nunca más” de la cárcel y que les den la“pena máxima”.  

 

En su primera aparición pública luego del hallazgo del cuerpo de su hija, Yanina Pereyra, dijo ante la prensa que lo único que espera es “justicia por Sheila” y respecto de los acusados, su cuñada Leonela Ayala (25) y su pareja, Fabián González Rojas (24), aseguró que “no tienen que estar libres” y pidió para ellos “la pena máxima”.

 

“Nunca sospeché de ellos. Siempre me daban pistas falsas. Yo siempre les dije a ustedes que Sheila no había salido del predio”, manifestó.

 

La madre de la víctima afirmó no tener dudas de que González Rojas fue el autor del crimen, al recordar que “tiene rasguñones” en los brazos, lo que indica que “Sheila se quiso defender”.

 

“Nunca habrá pensado que el tío se le tire encima o andá a saber qué es lo que le hizo”, señaló Yanina, quien luego explicó que Sheila “iba siempre a la casa de la tía” porque allí jugaba “con la primita chiquita”.

 

Respecto de la declaración indagatoria que brindó ante la Justicia la tía y madrina de Sheila, Yanina opinó: “No se pudo desligar del crimen, ella también estuvo”.

 

“Cuando ella (por Ayala) estaba acá dando testimonio a la prensa, el marido estuvo en todo momento con ella cuando hablaba”, agregó.

 

Además, señaló que si ella no hubiera montado una guardia permanente en la puerta del predio del barrio Trujui, de San Miguel, durante los días de la búsqueda, quizás los imputados se hubieran deshecho del cadáver.

 

“Si yo salía de ahí, capaz que me sacaban el cuerpito de adentro y me lo tiraban por otro lado”, dijo al respecto.

 

“Yo decía que mi hija de acá no salió y la Policía no me creía”, dijo la mujer, quien criticó a los investigadores por no haber llevado a lugar desde el primer día perros que además de buscar a personas vivas, rastrearan fallecidos.

 

“Todavía no me puedo resignar, me levanto todas las mañanas esperando noticias, que me van a llamar para decir que Sheila está viva. Lo único que quiero es justicia por mi hija”, concluyó.