Diputados aprobó la ley Justina, que mejora la donación de órganos, y los padres de la nena de 12 años que murió en noviembre pasado esperando un trasplante de corazón festejaron abrazándose con emoción y llantos la sanción de la nueva medida. 

 

"Lo vivimos con mucha emoción y angustia. Hace siete meses Agustina partió y hoy es un día que es inexplicable. Lo que ella ha logrado es increíble. No me queda otra que recordar a Justina con una sonría por lo que nos dio", dijo Paola, madre de la nena, quien estuvo presente junto a su marido, Ezequiel, en la sesión en Diputados.  

 

 

"Se abre una puerta maravillosa. Valió la pena", dijo la mujer a los medios, muy emocionada.  "Nuestra hija nos pidió que esto fuera para todos", contó más adelante. Y agregó: "Todo tenía un porqué, hoy transformamos el dolor en alegría. Si bien no es fácil vivir con su ausencia". 

 

Sobre la ley, Paola reflexionó: "El precedente para que se aprobara la ley lo marcó mi hija. Es lamentable que alguien tenga que morir para que una sociedad se despierte. Por otra lado es gratificante en el dolor incluso que haya sido mi hija". 

 

Cuando le preguntaron cómo se iba del Congreso, luego de la aprobación de la ley, la mamá de Justina aseguró: "Me voy llena de felicidad y voy con el corazón lleno por esas personas porque era lo que ella quería. Obviamente con la angustia de no tenerla. Yo sé que ella me abraza y me dice lo logré mamá"