Sigue sin implementarse la nueva legislación que beneficiaría a la marina mercante.

 

No es un buen momento el que atraviesa la marina mercante de bandera nacional y la industria naval en general, sobre todo teniendo en cuenta que Argentina es un país con una enorme extensión de costas hacia el mar abierto.

Una sumaria verificación de datos a lo largo de la historia nacional de la industria naval da cuenta de la baja performance por la que atraviesa actualmente este sector de la economía que es, desde todo punto de vista, un núcleo estratégico para poder hablar con seriedad de un desarrollo nacional integral. Si tenemos en cuenta que Argentina en algún momento llegó a tener mil cien buques en su marina fluvial, vemos que hoy en contraste, sólo se exhiben dos o tres, lo cual habla por si mismo de la ingente pérdida de incidencia y masa de embarcaciones mercantes nacionales. Es decir que se perdió el 98% del total de la flota de río. Estos datos son aportados por el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, a la sazón uno de los sectores afectados por la ausencia de esta estructura efectiva de bandera nacional. Dicho centro especializado indica que "en la actualidad, para trasladar materia prima desde cualquier punto de Argentina por vía marítima o fluvial hacia los puertos internacionales, es necesario hacerlo por medio de barcazas alquiladas a la flota de bandera paraguaya, ya que nuestro país no cuenta con una marina mercante propia+. A todo esto hay que señalar que se sancionó una buena ley en noviembre de 2016 que promueve la reconstrucción de la marina mercante y genera incentivos para la industria naval. A su vez, y entre otros puntos importantes, esta efectiva y eventual aplicación de la ley premencionada permitiría retomar los traslados de cabotaje con barcos argentinos con el fin de reducir los altos costos de flete, aumentar el volumen de traslado tanto de granos y cereales como también de productos de economías regionales. La ley de marina mercante e industria naval, entonces, está vigente, pero hay problemas de real eficacia de sus normas en razón de un problema impositivo que impide la puesta en funcionamiento de la misma a causa de la "tremenda presión fiscal".

Por su parte el Sindicato de Dragado y Balizamiento revela que para construir un buque de 30 mil toneladas se necesitan dos mil personas trabajando día y noche por semana por un tiempo total variable que supera un ciclo anual dependiendo de qué tipo de embarcación se trate y sus condiciones de financiación. Otro dato para ilustrar la importancia de no olvidar este sector de la economía nacional señalado por el sector de la industria naval, es el siguiente: la Argentina produce 450 millones de toneladas de carga por año y sólo por el puerto de Rosario salen 100 millones y entran 4.400 buques de ultramar. "Ninguno es de fabricación nacional. Si tuviéramos una política que permita que sólo el 10% sean de bandera argentina, tendríamos 440 busques de ultramar que en promedio cargan 40.000 toneladas cada uno.

Un poco de historia para ilustrarnos: En 1947 el gobierno de Perón decretó que todas las mercaderías compradas y vendidas por reparticiones oficiales se transportaran en barcos estatales. En el período 1947-1955 el tonelaje de la marina mercante argentina creció tanto en cantidad como en calidad.

Por el Dr. Mario Luna y Fabián Núñez – Ex presidente y exasesor del Concejo Deliberante de Jáchal, respectivamente.