Dueña de unas curvas que no podría seguir ni el mismo Lewis Hamilton, Mayra Alexander o May, como se la conoce (y sí, suena más glam), encendió la temporada que este año viene más sosa que Pamela. Lejos quedaron aquellas épocas donde las vedettes se arrancaban los postizos, levantando la temperatura de las marquesinas… y consecuentemente, de las boleterías.
Así que la morena puso su buen toque de pimienta y no fue precisamente con ese desnudo total que tiene en Magnífica -la obra de Carmen Barbieri, donde es primera vedette-, sino con su lengua filosa. ¿Qué dijo? Parece que May se proclamó la mejor del rubro luego de cargar las tintas contra la competencia. Con términos nada amigables se había referido a Flor Marcasoli, su par en la revista “Cocodrilo, circo y varieté” que encabeza nada menos que Santiago Bal (ex de Carmen, lo que hace más jugoso el contrapunto, obvio).
May dijo que Flor “no sabe actuar ni bailar”, y ante el plumerío que quedó del otro lado (porque ni Flor ni la primera dama de ese show, Denise Cerrone, cerraron el pico), la brava morocha fue por más: “Lo que tenía para decir de esa ordinaria ya lo dije”, disparó en Primiciasya; y dio el tiro de gracia: “Si ellos quieren prensa, que trabajen como corresponde y dejen de colgarse de espectáculos que son un éxito”. Tomá mate.
Así las cosas, la ecuatoriana que también tuvo su lugar en la mediática separación de Matías Alé y María del Mar Cuello Molar (¡a quien tildó de “hiedra braguetera”!), volvió a ser noticia de la mano de este escandalete que sirvió para agitar un poco las aguas de MDQ. Y con la autoestima bien arriba, terminó mandando fruta, por si alguna se quedó con hambre: “Nada de lo que digan los demás podrá opacar el brillo y la sonrisa de May Alexander”. ¿Qué tul? Habrá que ver qué pasa esta tarde, cuando todas compartan la pasarela de un desfile solidario… ¿Habrá que pedir “un médico a la derecha, por favor”?