“Estamos trabajando para consensuar la reglamentación de la ley y contamos con que pronto entre en vigencia”, afirmó Gustavo Sánchez, Coordinador Nacional de Gestión y Parques ladrilleros de la UOLRA, en referencia al Programa Provincial de Promoción y Regularización de la Actividad Ladrillera o Ley 1601-J a casi dos años de su sanción.

El debate inició en la recientemente conformada “Mesa de la actividad ladrillera”, que precisamente contempla esta ley como espacio de debate entre las partes intervinientes como funcionarios, cámaras, sindicatos y productores. Por estos días, el sector está en plena tarea de ultimar los detalles que permitan su puesta en vigencia.

Según Sánchez la reglamentación resulta fundamental por dos razones: en principio para que las políticas públicas cuyas bases se van delineando en esta Mesa consten con el respaldo legal pertinente y segundo porque su aplicación efectiva requiere de la puesta en marcha del Fondo Especial de Promoción de la actividad ladrillera, tal como está consignado en el artículo 11.

“Es básico porque sin fondos no hay políticas públicas aplicables, se dio el primer paso que es el debate de una ley que no sólo se centra en las realidades sino también en los procesos productivos por eso buscamos lo mejor”, comentó el sindicalista.

La realidad ladrillera sanjuanina no escapa al contexto de crisis económico que atraviesa el país aunque, según Sánchez, es bastante mejor que en otras provincias gracias a la motorización desde la obra pública con la construcción de viviendas.

Aún así el precio del dólar, de los combustibles y la inflación, dejan su impacto en el rubro. Por ejemplo, una banda de 1.000 ladrillos cuesta hoy en el mercado local entre $5.500 y $7.700 con un ladrillo a $5 la unidad. El precio real debería estar entre los $10 y $12 la unidad, pero los productores de momento afrontan el costo para mantener la rentabilidad.

“Es complicado porque mover material para un cliente es con un combustible a precio dólar, además siempre hay que considerar algún repuesto de tractor o máquina y la lista sigue, pero hay que esforzarse para mantener el mercado”, dijo Sánchez.

El Parque Ladrillero provincial anunciado por el gobernador Sergio Uñac el año pasado, que funcionará en el Parque Industrial Tecnológico Ambiental (Pitar) de Rivadavia, también genera mucha expectativa. Ya finalizó el loteo y se ultimaron aspectos técnicos como disposición de playas y equipos.

“También se está terminando con los detalles del horno continuo a gas que se instalará, que va a respetar los estándares medioambientales internacionales y que es a través de un proyecto estructurador del BID”, precisó la fuente.

El proyecto contempla toda la cadena productiva, desde la obtención de las arcillas, hasta la disposición final de los eventuales descartes en la cantera; lo que permitirá una transformación cualitativa desde lo medioambiental. Un productor tradicional hace 10 hornadas al año en promedio, es decir, cerca de 30 mil ladrillones por hornada y más o menos la misma cifra es la que se descarta en forma anual del material sin condiciones.

Con esta tecnología se reduce un 10% el descarte, además de una reducción energética cercana al 70% más el tratamiento de gases emitidos al medio ambiente. Se estima que el proyecto esté finalizado en abril.

Según Sánchez, serán tres las cooperativas que trabajarán en el Parque Ladrillero provincial. Dos de Rivadavia, como la Cooperativa Limitada de Rivadavia y la Cooperativa La Precilla Limitada y la Cooperativa Costanera Norte de Chimbas. Entre todas suman cerca de 50 productores ladrilleros aproximadamente.

 

En orden

  • Otro de los aspectos importantes consignados por la 1601-J es la creación del “Registro provincial de trabajadores y fabricantes ladrilleros”, que permitirá establecer mecanismos de preferencia en las compras por parte del Estado para los productores artesanales asentados en este registro.