La historia se repite y condena a San Martín. Otra vez, afuera. Otra caída con la misma película para San Martín que dominando, creando las mejores situaciones, terminó con las manos vacías. Esta vez, el verdugo fue Defensores de Belgrano que sin ser mucho más que el Verdinegro, le ganó por 2-0 para superarlo en las posiciones y acentuar un bajón en el equipo de Antuña. Después de un comienzo con algunas dudas, sobre los 15′ San Martín se acomodó en la cancha y sin tener demasiado la pelota fue mucho más profundo que Defensores de Belgrano que impresionó mejor a partir del manejo de Sánchez. Pero en ese trámite, el Verdinegro tendría su primer gran opción cuando a los 21′ Franco definió de primera y la pelota dio en el palo del arco de Monllor, cruzando toda la línea de gol. Increíble pero real. Siguió llegando San Martín y tuvo un par de opciones pero no acertó y claro, como le viene pasando de tanto ir y no lastimar, de tanto buscar y perdonar, el rival le facturó a los 43′ con un gol de otro partido de Mottes que clavó la pelota en el ángulo de Avellaneda para poner arriba a Defensores de Belgrano casi sin merecerlo. En la segunda parte, el intento de San Martín para buscar el empate no tuvo sustento futbolístico. Ya no hubo claridad, juego ni llegadas a fondo. En ese escenario, el favorecido fue el limitado Defensores de Belgrano que se acomodó para la contra y dejó venir la impotente propuesta del Verdinegro. Y sobre los 27′ Baiardino casi liquida todo en el Bajo cuando quedó mano a mano con Avellaneda, que salvó milagrosamente. Movió el banco Antuña, respondió Frontini pero el partido no varió. San Martín fue más de lo mismo. Sin peso, con pocas ideas, se fue apagando la esperanza de un empate que nunca llegaría.

Fue salida, derrota y otra película repetida para San Martín. Sin ser mucho menos que un rival al que no se le cayeron demasiadas ideas, terminó con las manos vacías. Y el golpe del final, lo dio Baiardino para poner el 2-0 en el descuento y repetir la película que San Martín ya sufrió antes.

IMPOTENCIA. Matías Giménez intenta ante la marca de los volantes de Defensores. El Verdinegro sumó su tercera caída consecutiva.

 

Lunes, contra Brown

Quedó confirmado que el próximo partido de local para San Martín será el lunes 8 a partir de las 15,30 cuando reciba a Brown de Adrogué con el arbitraje de César Ceballos por la fecha 28. Mientras que resta definir día y horario para visitar a Chacarita en la 29.

 

EL RESTO DE LA FECHA

 

  • Una jornada a pedir de Instituto de Córdoba

 

TRIUNFAZO. Instituto de Córdoba se hizo fuerte de local y le ganó a All Boys para aprovechar los resultados de Belgrano y San Martín de Tucumán.

 

Instituto resultó el gran ganador de la fecha 27 del torneo de la Primera Nacional de fútbol, al derrotar a All Boys por 2-0 y achicar la diferencia que le lleva el líder Belgrano, su rival provincial que perdió por el mismo resultado con Ferro, en Caballito. Además, San Martín de Tucumán, también escolta a 6 unidades del conjunto ‘celeste’, no pasó del empate 0-0 con Chaco For Ever. Con este resultado, los conducidos por Lucas Bovaglio llegaron a las 50 unidades en la tabla, las mismas que posee el ‘Santo’ tucumano que no pudo ante el férreo Chaco For Ever (38) en la Ciudadela. Previamente, en Caballito, el local Ferro (33) desplegó su mejor labor en la temporada y batió al puntero Belgrano (56), por 2-0.

El delantero Lautaro Gordillo (Pt. 41m.), luego de una perfecta habilitación de Claudio Mosca, y el defensor Misael Tarón (St. 38m.), tras una jugada preparada en pelota detenida, anotaron para el elenco del binomio Juan Branda-Tobías Kohan. En tanto que este martes, en Río Cuarto, Estudiantes no pudo con el Deportivo Madryn y terminaron empatados 1-1, Silba y González, los goleadores del partido.

 

"Calor" en La Docta

Con la victoria de Instituto ya encaminada, y a falta de 10′, Nicolás Mazzola y Francisco Gatti protagonizaron un escándalo. La polémica, que tuvo lugar en las cercanías de los bancos de suplentes, detonó a partir de una corrida de Mazzola, que fue a buscar una pelota contra el lateral y se encontró con un duro topetazo de Gatti, que lo hizo estrellar (y romper) el vidrio protector.