Tras el trágico caso de Ulises Ferrá, el nene de 5 años que murió ahogado en el canal Benavídez, en Chimbas, el pasado fin de semana (ver aparte) desde el Cuartel de Bomberos de la Policía de San Juan informaron que la mitad de las personas que fueron sacadas de los canales de la provincia murió. Según Carlos Heredia, de la división Bombero, en lo que va del año tuvieron 10 intervenciones en los canales. “En promedio, por año hacemos unos 15 rescates. A estos casos hay que sumarle unos 10 más que hizo la Policía o los vecinos”, dijo el efectivo. Es decir, que en promedio se hacen unos 25 rescates en los canales de la provincia.

El caso de Ulises Ferrá conmocionó a toda la provincia durante varias horas. Es que la búsqueda del cuerpo del pequeño fue seguido en todos los medios. El nene fue rescatado por un grupo de bomberos, pero sin vida. “Cada rescate o búsqueda se vive con mucha intensidad”, dijo Heredia y comentó que entre los canales más peligrosos de la provincia se encuentran el Céspedes (en La Bebida) y el Benavídez.

Este rescate no fue el primero que hizo bomberos en el 2017. “Este año Bomberos intervino en 10 rescates en los canales, pero además de estos casos hay que sumarle otros. Hay muchos rescates en los que nosotros no intervenimos, sino la gente del Comando radioeléctrico, la Policía, los vecinos u otras personas. A esos registros nosotros no los tenemos, pero esos casos existen. Esos casos son más que los que nosotros los tenemos registrados”, explicó Heredia y dijo que se calcula que son unos 15 casos más. A la vez, comentó que de las 10 personas que rescataron, la mitad murió dentro de los canales o a las pocas horas. Además, del total de rescates que ya hicieron en este año 4 se trató de caídas accidentales.

Según Heredia, Bomberos hace anualmente unos 15 rescates, en promedio. De ellos, la mitad termina con personas fallecidas y la gran mayoría se trata de personas que se estaban bañando en los canales. Se calcula que menos de la mitad de los casos se trata de personas que caen a los canales. “La mayoría de las caídas accidentales son con niños, el resto de los rescates en de chicos o adultos que se bañan en los canales. Hay que tener en cuenta que estos cauces fueron diseñados para riego y no para bañarse”, agregó y explicó que la cantidad de rescates disminuyó notablemente desde 2014. Ese año, la Policía de San Juan comenzó a hacer controles en la calles y a infraccionar a las personas que se bañan en los canales. “Antes se hacía el doble de rescates por año”, concluyó el efectivo.

 

Algunos casos

 

Febrero de 2016

 

Un hombre y su familia fueron al camping de San Martín para pasar un fin de semana, pero todo terminó en tragedia. Martín Adrián Guzmán tenía 39 años y era padre de cuatro hijas. Decidió bañarse en el canal, se metió al cause pero no pudo salir. Fue hallado un día después en las compuertas de un canal en ruta 279 y calle 8, en 25 de Mayo. 

 

Marzo de 2016

 

Un nene llamado Ramiro Agustín Malla murió ahogado al caer a un canal que pasa cerca de su casa. El pequeño salió a jugar a la vereda y cayó al cause. Fue rescatado por vecinos a unos 3 kilómetros. Fue trasladado al hospital de San Martín, pero no pudieron salvarlo. En la Policía aseguraron que los médicos le practicaron tareas de reanimación durante una hora.

 

Octubre de 2017

 

Tras 22 horas de búsqueda los bomberos hallaron sin vida, en los esteros de Zonda, en la zona del Jardín de los Poetas, a Axel Díaz (22). El muchacho cayó al agua mientras bromeaba al borde del canal, a la altura de la entrada al entubado, a metros del Monumento al Ciclista. El joven y unos amigos llegaron a esa zona tras una fiesta.

 

La muerte de Ulises

Ulises Ferrá, un nene de 5 años, cayó al canal Benavídez, a la altura del Callejón Ullum el domingo pasado cerca de las 19. Casi de inmediato comenzó una desesperada búsqueda que terminó 5 horas después. Según informaron fuentes policiales el niño salió a la calle y los vecinos lo vieron caer al agua y de inmediato dieron aviso a la policía. Tras horas de rastrillajes y un duro trabajo, el pequeño fue encontrado sin vida a la altura de la usina. Ulises era un niño muy alegre y le encantaba compartir tiempo con sus amigos. Allegados al chico dijeron que jugaba al rugby en Alfiles.