El futuro de Messi sigue en el aire. En Europa sólo tiene la oferta de renovación del PSG porque la opción Barcelona es casi un imposible. En Estados Unidos, en cambio, la apuesta por ‘Leo’ se refuerza. El Inter de Miami sabe que la intención del futbolista pasa por seguir un año más en la élite, pero no arroja la toalla.
La MLS está condicionada por sus restricciones salariales. Cada franquicia tiene un máximo de tres jugadores a los que puede pagar un sueldo que rebase el límite impuesto por la liga: "Si queremos convencer a Messi y a su familia, tendremos que ser flexibles y creativos financieramente", explicó el comisionado de la MLS, Don Garber, quien reconoce la importancia de tener un ícono como Messi antes del Mundial de 2026.
La Liga se plantea una estrategia como la que trazó en su momento con Beckham: el inglés fue a jugar con un contrato de 30 millones de euros por cinco temporadas, pero lo destacable fue que le ofrecieron crear su propia franquicia por apenas 25 millones de euros. De esta forma nació el Inter de Miami, cuyo valor actual se estima en torno a los 600 millones: "La idea es que Messi tenga esa misma posibilidad", apunta Jerome Meary, agente con experiencia en el mercado estadounidense.
Desde hace años Messi ya trabaja con marcas estadounidenses de reconocimiento mundial. El futbolista argentino tiene firmado un contrato vitalicio con Pepsi a cambio de 20 millones de euros anuales y recientemente la cadena Rock Café agregó una ‘Messi Burger’ en el menú de sus 170 restaurantes. A Leo siempre le ha gustado la opción de jugar en la MLS, pero en el tramo final de su carrera. Aún, su prioridad sigue siendo quedarse en Europa un año más.