Hace poco más de un año, la muerte de Julieta Viñales conmocionaba a la provincia y al país. La chica de 18 años falleció luego de una operación de amígdalas. Los padres de la joven dudaron del procedimiento quirúrgico que recibió y denunciaron por mala praxis al cirujano Maximiliano Babsia.

La pandemia demoró la investigación, pero según se informó, este mes podría haber una resolución. Fuentes del caso informaron que luego de obtener todos los testimoniales, sólo falta la pericia médica que podría respaldar al médico o llevarlo a un procesamiento por homicidio culposo. 

El caso

Julieta se operó de las amígdalas el lunes 10 de febrero del 2020 en una clínica privada y luego de unos minutos se fue a su domicilio en Rivadavia. El viernes 14 de febrero, la joven se descompensó y tuvo que ser asistida en el Hospital Marcial Quiroga.

Por su parte, los padres de Julieta llamaron a Babsia para notificarle lo que estaba pasando porque tenía una hemorragia, por lo que vomitaba sangre. En este punto, la mamá de Julieta sostuvo que los profesionales del nosocomio le advirtieron al cirujano que debía entrar inmediatamente al quirófano. 

"Ellos se lo advirtieron y él decidió llevársela al Hospital Rawson", remarcó Cyntia, quien agregó que la causa está lenta porque durante el año pasado el sistema judicial también estuvo afectado por la pandemia.

Julieta estuvo internada en el nosocomio de Capital y allí sufrió una nueva descompensación por la que fue intervenida quirúrgicamente. Tras ser operada, padeció un paro cardíaco que acabó con su vida. "Ellos ya sabían que al haber pasado muchos minutos sin oxigenación, quedó en estado vegetativo. Nos patearon esa mala noticia", dijo con bronca. El 3 de marzo les comunican la terrible noticia: Julieta había muerto.