Señor director:
La mujer embarazada debe evitar los ejercicios y trabajos violentos, como levantar objetos pesados, subir o bajar las escaleras con rapidez; saltar, correr, limpiar vidrios, entre otras actividades. Debe agacharse de rodillas y nunca doblar el cuerpo para hacerlo. Entre los deportes desaconejables están el tenis, el golf, la equitación y el ciclismo, En cambio, son beneficiosas las caminatas al aire libre en forma de paseo, la gimnasia adecuada y el trabajo liviano. Es aconsejable que la mujer deje su trabajo habitual -si lo tuviera-, durante las seis semanas que anteceden al parto y las cinco semanas que lo siguen. La habitación de la embarazada debe tener abundancia de aire puro. Puede hacer tareas livianas en la casa y en el jardín. Muchos son los factores que intervienen para determinar si un viaje puede ser perjudicial o no para la mujer embarazada, como por ejemplo, la tendencia o no al aborto y al parto prematuro, la duración del viaje, el momento en que se encuentra el embarazo, las características del camino, la clase de vehículo y otras. No deben viajar las predispuestas al aborto. La fecha del viaje debe estar alejada del período en que habría aparecido la menstruación. Si los caminos son buenos y se toma cuidado para que no salte el vehículo, y se elige la fecha conveniente, pueden hacerse los viajes indispensables. El viaje en ferrocarril o en barco debe hacerse en la forma más cómoda y si es posible, la embarazada viajará acostada. Puede viajar en avión.
Dr Francisco Lázzaro
Médico – MP 1760