Hace tres meses se conoció la historia de Zulma Bustos, una mujer de 53 años que pesa 300 kilos y que hace 6 años está postrada en una cama porque la obesidad mórbida que padece le provocó fisura en la cadera y aplastamiento en varios discos de la columna. De manera desesperada, la mujer pedía ayuda porque debía desalojar la habitación que le prestaban para vivir y no tenía medios para costear un alquiler. Después de muchos trámites y luego de la promesa del Ministerio de Desarrollo Humano, Zulma pudo mudarse y ya vive en un nuevo lugar. "Es una casita pequeña, pero estoy muy cómoda y acompañada", dijo la señora. 

En la habitación donde vivía Zulma apenas había lugar para un par de muebles, ya que casi todo el espacio lo ocupaba su cama. Ahí, ella pasaba día y noche, acompañada algunas horas por una cuidadora domiciliaria que a la vez le ayudaba con la higiene y hasta le lavaba, a mano, su ropa. 

Cuando la mujer compartió su dura historia, comentó que no le alcanza el dinero que cobra (una pensión no contributiva) para pagar un alquiler, pues con eso, a duras penas llegaba para comprar algo de comida. Ante este pedido Desarrollo Humano realizó un abordaje en abril pasado. Lo primero que hicieron fue dar una intervención inmediata y le entregaron bolsones de mercadería y un colchón de 2 plazas. A la vez, según el informe que realizaron, dijeron que la mujer debía permanecer con la internación domiciliaria y constataron que fuera controlada a diario por especialistas de salud. 

Ahora, la vida de Zulma comenzó a cambiar, para mejor. "Desde que hicimos público mi caso, las cosas mejoraron. Costó conseguí dónde vivir, pero ya hace unos días que me mudé. Estoy viviendo a la vuelta de donde estaba y estoy muy contenta porque tengo compañía casi todo el día. Tengo los cuidadores domiciliarios y en las tardes y noches se queda una señora que me ayuda. Tengo con quién conversar y estoy en un lugar calentito y cómodo", dijo y comentó que uno de sus hijos fue el que se encargó de presentar la documentación para que el Ministerio de Desarrollo Humano gestionara un subsidio de alquiler. "Estoy muy agradecida porque de otra manera no sé qué hubiera sido de mi vida. Igualmente, tengo miedo porque el subsidio es por 6 meses y después no sé qué pasará", concluyó.