Señor director: 

Argentinos en general y sanjuaninos en particular todavía vivimos los ecos de una fecha tan cara a nuestros valores sueños y esperanzas como lo es el "Día de la Revolución de Mayo". Es entonces que reflexiono. No sólo en los acontecimientos vividos esa semana de 1810 que desembocó en el día 25, sino en la presencia de la mujer. Desde Mariquita Sánchez de Thompson, quien fuera una patriota argentina, cuya tertulia convocó los principales personajes de su tiempo, pasando por aquellas anónimas que dejaron sus legados, costumbres y tradiciones que se practican hasta hoy en cuanto a la celebración de esta jornada. 

Es que para esta fecha patria, la mayoría de las familias argentinas, como en mi caso, mantienen esa costumbre de la ornamentación en sus casas, con gallardetes, cintas celestes y blancas, desayuno con chocolate o mate cocido, con sopaipillas o algo dulce. Un almuerzo con el infaltable locro o pastelitos de carne. Además de una merienda entre mates, pasteles de dulce de batata y queso o cualquier exquisitez preparadas por las manos de nuestras mujeres. 

La mujer argentina es un pilar fundamental para la vida de nuestra sociedad. Es por eso que resulta necesario que comencemos a reflexionar, valorar y valorarnos, para poder cumplir con ese sueño de esa generación de mayo, con una sociedad, solidaria, libre y con valores que enaltezcan a la familia.