El año pasado partió en punta y se quedó, algo similar le pasó en San Luis y Mendoza. El caballo que Horacio Muñoz, propietario, y Oscar Rébora, cuidador, trajeron de Buenos Aires porque entre las competencias ganadas tenía en 2020 el Gran Premio Joaquín V. González, internacional de Grupo 1 en La Plata; no se había adaptado al clima cuyano.
"Venía para crack y quedó en veremos" era el pensamiento generalizado. Sin embargo Rébora, que con sinceridad reconocía que "no le había encontrado la mano al entrenamiento" y Muñoz, que estuvo a punto de venderlo, decidieron darle otra chance. No por nada el caballo había competido y ganado competencias.
Un tercer puesto en el clásico Clausura de La Plata (2000 metros) corrido el 28 de diciembre del año pasado, abría una expectativa de recuperación. Pero un par de resultados no esperados en los clásicos de San Luis, cuarto en los 2400 metros en el Dupuy, corrido en febrero; y 13 en una prueba de 1400 en La Plata, del 5 de junio pasado; casi los convenció que lo acontecido en el hipódromo platense, en el Día de los Inocentes, había sido eso, una broma.
Hace un mes ASIATIC TILL casi fue vendido. La transacción no se hizo, y se le otorgo otra chance.
Es por ello que hace un mes cuando recibieron una propuesta de compra de gente de una provincia sureña, estuvieron a punto de venderlo. "Posiblemente se informaron de los últimos resultados y se arrepintieron", contó Rébora la semana pasada. Lo que el cuidador se guardó como secreto entre siete llaves es lo que confiaron al cronista otros cuidadores ("el que está bien, y firme, es el de Rébora") que lo habían visto en los aprontes de 800 metros.
Horacio Muñoz, propietario del caballo, había sondeado en Buenos Aires, sobre otros caballos porque si se vendía al zaino de seis años, querían adquirir otro para no faltar a la cita clásica sanjuanina. Ayer el dueño festejó con su familia la victoria y contó que esperaban esto. "El rendimiento de un caballo como ASIATIC TILL es una bomba de tiempo, hoy el caballo respondió a la preparación y Juan Carlos (Noriega) lo condujo de manera magistral. Estoy muy contento porque este clásico significa mucho para nosotros. Ganar afuera es bueno, pero hacerlo en nuestra casa es excepcional, quiero agradecer a todos, a Rébora, a los peones, a todos. Y, especialmente a mi familia que me acompaña en esta apasionante actividad. Estoy muy feliz", completó el empresario iglesiano.