La nota en la que Teleshow sacó a la luz la historia que unió a Diego Maradona con Mavys Álvarez, la cubana con la que mantuvo una relación sentimental durante los años que estuvo viviendo en La Habana para tratar su adicción a las drogas, no pasó inadvertida en ningún lugar del mundo. Primero, por la edad de la mujer, que estaba a punto de cumplir apenas diecisiete años cuando conoció al jugador. Y, segundo, porque dejó en evidencia las licencias que el régimen de Fidel Castro tenía para con los ricos y famosos en los comienzos de los ‘2000. Es por eso que Mario J. Pentón, periodista del noticiero América Noticias de la cadena América TeVé de Miami, decidió contactarla para hacerle una extensa entrevista de la que este martes se conoció la segunda parte.
“Yo intentaba, pero no podía salir. Era una espiral. Cuando salía de la droga me refugiaba en el alcohol”, contó Mavys sin poder contener las lágrimas. Ella había vivido casi tres años junto a Maradona en La Pradera, el centro de rehabilitación en el que se encontraba el futbolista. Y en ese tiempo cayó en las adicciones, de las que no le resultó nada fácil salir.
Sobre cómo se inició en el consumo de cocaína, la mujer explicó: ”Diego me llevó a la droga cuando tenía 16 años, no había cumplido los 17. En varias ocasiones él trató, estábamos en la habitación y él me insistía…Al principio no, al principio me decía que si lo tocaba que me mataba y todo eso. Pero después de un tiempo sí, como que se sintió solo y no le gustaba hacerlo solo. Entonces insistió mucho, mucho, mucho…Todos los días. Hasta que llegó un punto en que sí, lo probé con tal de que me dejara tranquila”.
Álvarez contó que eso sucedió cuando llevaban unos seis meses de relación. “Yo no le veía lógica a eso”, dijo. Y dejó en claro que el hecho de haber probado la droga para complacer a Maradona fue “el error más grande de mi vida”. Sobre cómo conseguía Diego la cocaína en Cuba, en tanto, Mavys dijo que no sabía como la entraban, pero que había un muchacho llamado Roberto que se la conseguía en la Habana cuando ya no tenía.
”Salir de la droga fue bastante difícil. La droga me dio muchas alucinaciones. También estuve algunas horas en el hospital porque me deshidraté. No podía ni levantarme de la cama para poder ir al baño”, relató la mujer, haciendo referencia al CIMEQ (Centro de Investigaciones Médicas Quirúrgicas), un hospital dedicado a la élite cubana, donde han sido atendidos Fidel Castro, Hugo Chávez y, recientemente, Florencia Kirchner. ¿Si en algún momento pensó en escaparse de ese proceso? “¡No podía! Ya estaba adicta, no podía parar…No podía parar”, confesó Álvarez en medio de un ataque de llanto.
Según explicó Mavys, Maradona fue quien le propuso agrandar su busto, una cirugía que se concretó durante su visita a Buenos Aires, en el mes de noviembre del año 2001. “Él me empezó a decir que si no quería agrandármelos, que me iba a ver mejor. Quería que me operaran en Cuba, en la casa en donde estábamos. Y yo le dije que no porque tenía miedo de que la operación saliera mal, hubiera algún peligro de infección o algo. Entonces él decidió operarme en Argentina”, aseguró.
Y luego detalló que, para ese entonces, ella tenía 17 años y no contaba con la autorización de su madre para ser intervenida quirúrgicamente. “Me hicieron los análisis de todo en el hotel donde estaba. Y me opero. Fue muy difícil la operación porque la herida se me abrió debido a las locuras de Diego. Entonces tuve que quedarme más tiempo: yo iba por veinte días y estuve dos meses y medio, aproximadamente. Fue bonito conocer otro país, pero me tocó en una etapa bien difícil”, señaló.
Finalmente, Mavys contó cómo llegó al Palacio Presidencial a conocer al mismísimo Castro de la mano de Maradona. “Él me llevó, fue con el objetivo de que le vendiera una casa en Cuba, en La Habana o en Varadero”, dijo. Y dejó planteada la incógnita de cómo fue su encuentro con el comandante, algo que se verá este miércoles en la próxima entrega de la entrevista.