Con el propósito de promover la ganadería como una opción de reconversión económica en la provincia, progresa la construcción de la nueva planta de faena y frigorífico en Médano de Oro, Rawson. La obra presenta un 60% de avance y tiene un costo de construcción que ronda los $104 millones, a los que se suman una ampliación de $10,5 millones para el puesto de control de la introducción de carnes a la provincia.
La planta viene a dar respuesta a una necesidad del sector ganadero local que requiere instalaciones adecuadas en cuanto a higiene, sanidad y tecnología para el procesamiento cárnico.
Durante una visita al complejo, el gobernador Sergio Uñac dijo ayer que "estamos invirtiendo en esta planta para brindar servicios y crear el círculo de faenamiento y venta local". Lo acompañaron en la oportunidad el ministro Andrés Díaz Cano y el intendente Juan Carlos Gioja.
El frigorífico tendrá características de tránsito federal a fin de atender la creciente demanda de los servicios de faena y además reemplazar el matadero actual, emplazado en una zona urbana. La capacidad de faena proyectada es de 151 vacunos por turno (8 horas), 301 porcinos y 301 caprinos-ovinos. Se proyectó según la Ley Federal de Carnes, número 22.375, en categorización de frigorífico tipo "A", para realizar tráfico federal, debido a su proximidad con localidades de otras provincias.
Uno de los requerimientos en cuanto esté en funcionamiento es que se van a emplear por turno de faena a entre 100 y 120 personas, pudiendo acrecentar la cantidad de mano de obra en función de que se aumenten los turnos de esta tarea.
Los animales ingresarán al predio e irán a la báscula, luego a los corrales. Hay un corral para ganado mayor y otro para ganado menor. En estos espacios estarán como mínimo 12 horas (para estabilizarlos) y, por último, pasarán a la línea de procesamiento. Se irán separando todos los productos y subproductos que se pueden utilizar para otras industrias (por ejemplo, procesamiento de cueros, de grasa, etc.). El proceso terminará en las cámaras frigoríficas, donde la media res deberá estar 24 horas como mínimo, antes de su despacho para el consumo de la población.