La Cámara de Diputados debatió durante más de seis horas una extensa lista de casi 80 proyectos, en lo que fue un triunfo parcial de la oposición, de efecto simbólico y político. Logró quórum para la sesión especial y abrir la discusión, pero ninguno tuvo chance de ser aprobado. Cambiemos entró al recinto cuando ya había quórum e impuso su número para bloquear el tratamiento sobre tablas, para el que se necesitaban dos tercios, ya que los proyectos no tenían dictamen de comisión.
En la lista hubo iniciativas para eximir el pago del impuesto a las ganancias a los jubilados, en línea con el reciente fallo de la Corte Suprema, y también para limitar los aumentos de tarifas de servicios públicos. Todo esto, en un clima cruzado por la campaña electoral para las elecciones de octubre.
Fue un inicio de sesión muy caliente, donde oficialismo y oposición tensaron el reglamento de la Cámara. Tras reunirse quórum, hubo una jugada imprevista de Cambiemos: aprovechando que momentáneamente la oposición no tenía 129 sentados en sus bancas, los diputados oficialistas se pararon y Juan Manuel López de la Coalición Cívica hizo moción de orden para votar, de manera de terminar rápido la sesión. "Es deber de quienes piden la sesión sostener el quórum", argumentó.
El quórum para arrancar no fue fácil. La oposición estaba al borde de perder la sesión. Una diputada que no pudo sentarse en banca, fue Nathalia González Seligra, del PTS-Frente de Izquierda. ¿Motivo? Ya había presentado la renuncia, para hacer la "rotación" con Mónica Schlottauer, de Izquierda Socialista, que es el acuerdo electoral del Frente de Izquierda.
Cuando parecía que la sesión fracasaba, Seligra amagó acercarse a la banca, pero Monzó, la frenó amablemente: "Diputada, usted no puede". La explicación oficial fue que la banca estaba vacante por esta situación. Cuando se inició la sesión pudo jurar Schlottauer y también el santiagueño José Herrera, en reemplazo de Hugo Infante, quien falleció en diciembre.
Fueron decisivos los ingresos al recinto a paso apurado de los ultrakirchneristas Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade, miembros de la Comisión Bicameral de Inteligencia que en ese momento recibía al jefe de la AFI, Gustavo Arribas. Fueron llamados de apuro al ver que no llegaban al quórum.
También contribuyó al quórum de entrada un miembro del interbloque Cambiemos, el salteño Alfredo Olmedo, que se maneja en forma autónoma, aunque integra el interbloque de 108 diputados del oficialismo.
Otra que dio quórum fue Teresita Villavicencio, de Evolución Radical, el bloque de 3 que comanda Martín Lousteau y es aliado del oficialismo en el recinto.