La oposición de Venezuela sumará hoy su llamado a una huelga general de 24 horas a las protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro , con la que aumentará la presión para que retire su propuesta de una polémica Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna.

 

Como uno de los hitos máximos de la ola de protestas que ya llevan más de cien días, la oposición convocó a un "paro cívico", en la ruta hacia una "hora cero" que se adelantó el miércoles con una huelga de choferes que dejó a Caracas sin transporte público para exigir un aumento de los pasajes.

 

La huelga fue convocada después de la consulta popular del domingo, organizada por la oposición como forma de desobediencia y en la que afirmó que participaron 7,5 millones de electores en rechazo a la Constituyente.

 

Los contrarios al chavismo están en las calles desde el 4 de abril pasado, después que la Asamblea Nacional (Congreso), de mayoría opositora, acusara al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de haber dado un golpe de Estado con dos sentencias que la despojaron de sus atribuciones.

 

Por las marchas y las huelgas en estos meses, ya son casi cien los muertos que dejó la represión de la Guardia Nacional Bolivariana de Maduro, dispuesta a acallar los focos de malestar de la forma en que sea, con violencia y armas.

 

El líder de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges, dijo que después de la consulta del domingo llegó el momento de "hacer una presión máxima" sobre el gobierno. Señaló que la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) trazó una ruta de lucha para recuperar la democracia. "Va a llegar el momento donde todos debemos ponernos en posición de lucha para que Venezuela entera se ponga de pie", indicó.

 

Además de la presión interna, Maduro enfrenta amenazas de sanciones de Estados Unidos si sigue adelante con su Constituyente.

 

La MUD publicó una serie de mensajes llamando al paro cívico de hoy, que se prolongará hasta las 6 de la mañana del viernes.

 

Las acciones alrededor del "paro cívico" se adelantaron el miércoles cuando los gremios de transportistas paralizaron el servicio para presionar un aumento de los pasajes, que están en una media de 150 bolívares y que pretenden se incrementen a 300 bolívares (alrededor de diez centavos de dólar a la tasa más alta del sistema cambiario controlado, que ronda los 3.000 bolívares).