Con motivo de celebrarse hoy, el “Día Internacional de la Mujer”, tengo el agrado de compartir con los lectores de DIARIO DE CUYO este comentario sobre Bécquer, el poeta del amor.

 

 

Gustavo Adolfo Bécquer

Su nombre completo era Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870). Fue un narrador y poeta español, precursor de la poesía contemporánea. Sus obras perdurables son “Rimas” y “Leyendas”. Falleció a los 34 años, víctima de tuberculosis. Después de su muerte, sus amigos recopilaron y publicaron sus poemas en 1871 con el título de “Rimas”. El libro “Rimas” es de tono intimista, con composiciones plenas de sentimientos. En la obra se advierten tres bloques temáticos. El primer grupo trata sobre la propia poesía. El segundo se refiere al amor en tono esperanzado, la mujer es un ideal casi etéreo. En el tercer bloque, el tema es la soledad, el desengaño.

 

Su poesía construida con rigor formal es expresión conmovedora de su sentir: Rima XXIII: “¡Por una mirada, un mundo;/ por una sonrisa, un cielo;/ por un beso! ¡Yo no sé/ que te diera por un beso!”

Con mensaje idealista expone a los lectores su universo místico. Es el relato lírico de las vivencias amorosas del autor: RIMA XVII: “Hoy la tierra y los cielos me sonríen,/ hoy llega al fondo de mi alma el sol,/ hoy la he visto, la he visto y me ha mirado/ ¡Hoy creo en Dios!”.

La intensidad emotiva se refuerza con puntos suspensivos, exclamaciones e interrogaciones. Con mínimos elementos logra expresar su pensamiento. Se advierte la búsqueda del tú amoroso y la confrontación entre el tú de la amada y el yo del poeta: RIMA XXI: “¿Qué es poesía?, dices mientras clavas/ en mi pupila tu pupila azul.// ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?/ Poesía eres tú”. 

Las preguntas retóricas intensifican la subjetividad de la estrofa: RIMA XXX: “Yo voy por un camino y ella por otro,/ pero al pensar en nuestro mutuo amor,/ yo digo aún ¿por qué callé ese día?// Y ella dirá ¿por qué no lloré yo?”

Con hondo lirismo, con expresión conmovedora por la fugaz relación sentimental con Julia Espín y por su desafortunado matrimonio con Casta Esteban, la siguiente poesía es reproche por el amor no correspondido. El proceso cíclico de la naturaleza se representa en contraste con el fracaso del amor. La versificación se logra con endecasílabos y heptasílabos al final de cada estrofa, con rima consonante en algunos versos. Destaquemos el hipérbaton en “tu balcón sus nidos a colgar”: RIMA LIII: “Volverán las oscuras golondrinas/ en tu balcón sus nidos a colgar,/ y otra vez con el ala a tus cristales/ jugando, llamarán.// Volverán las tupidas madreselvas/ de tu jardín las tapias a escalar,/ y otra vez a la tarde, aún más hermosas/ sus flores se abrirán.// Pero mudo y absorto y de rodillas,/ como se adora a Dios ante su altar,/ como yo te he querido desengáñate,/ ¡así no te querrán!”.

Con estructura apelativa, el poeta se refiere al conflicto amoroso con carácter metafórico. Emplea versos endecasílabos y heptasílabos: RIMA XLI: “Tú eras el huracán y yo la alta/ torre que desafía tu poder:/ !tenías que estrellarte o abatirme!/ ¡No pudo ser!”.

El poeta sevillano cantó al amor y al desengaño. Su creación poética atemporal tiene vigencia para los enamorados: RIMA IV: “Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miren,/ mientras responda el labio suspirando al labio que suspira,/ mientras sentirse puedan en un beso/ dos almas confundidas,/ mientras exista una mujer hermosa,/ ¡habrá poesía!”.

La poesía intimista de Bécquer con sus paralelismos, con ritmo y con la vibrante expresión de su emotividad, sigue conmoviendo a varias generaciones. Gustavo Adolfo Bécquer es considerado, después de Cervantes, una de las figuras más importantes de la literatura española.