Las celebraciones masivas de San Valentín promovidas por el papa Francisco.

 

El 14 de febrero del año 494 tuvo lugar la primera celebración de San Valentín según la historia de la Iglesia, cuando el entonces papa Gelasio I (492-496) optó por cambiar una fiesta pagana de los 15 de febrero, llamada "Lupercalia" que se celebraba en la Antigua Roma para honrar a Luperco, protector de la fertilidad, los rebaños y los pastores, por la del día anterior, 14 de febrero, de San Valentín. Esta, originalmente se asocia a una tradición de "amor cortés" y en quince siglos de existencia cada año se fue haciendo más importante. Una serie de leyendas aseguran que en aquel siglo III un querido médico romano llamado Valentín se pasó al cristianismo y tras hacerse sacerdote dispuso casar a un buen número de soldados enamorados, contradiciendo una severísima orden del emperador Claudio II "el Gótico" (268-270). Para esta máxima autoridad eran mejores soldados aquellos que carecían o tenían menos ataduras o vínculos sentimentales, por lo que contraer matrimonio y poseer una familia era incompatible con la carrera de las armas, Por ello, enterado de las bodas oficiadas por Valentín, ordenó decapitarlo. Dos siglos después Gelasio I decidió canonizarlo y a partir de entonces aquel sacerdote pasó a ser San Valentín de Roma y comenzó el mito, pasando a ser en el calendario de la Iglesia Católica "el patrón de los enamorados", con festividad cada 14 de febrero. Pero en el siglo pasado, en 1969 tras el Concilio Vaticano II y en el pontificado de Pablo VI, ahora santo, San Valentín fue eliminado del calendario católico junto a otros santos que la reforma litúrgica consideró "de origen dudoso".

Cuarenta y cinco años después, en 2014, el papa Francisco I viendo el crecimiento de seguidores del santo y tras otras consideraciones, tomó la decisión de participar de la celebración de San Valentín, convirtiéndose en el primer líder de la Iglesia Católica en hacerlo, con lo que se interpretó en los años sucesivos y con las conmemoraciones en el mismo Vaticano que el actual pontífice reconoció nuevamente al santo y aceptó celebrar "con alegría" los 14 de febrero el compromiso hecho por todas las parejas de casarse en un futuro cercano. Así fue que la primera vez, hacen ocho años, unos veinte mil enamorados llegaron a la plaza de San Pedro para festejar con el papa Francisco el día de San Valentín. Nunca antes un pontífice había promovido una conmemoración de esa naturaleza, y acompañado de un mensaje muy especial ya que exhortó a la concurrencia a no terminar nunca cada jornada sin pedir perdón, ya que "es habitual pelear entre esposos", dijo. Luego describió al matrimonio como un "trabajo artesanal, de orfebrería, de todos los días".

Paralelamente y mientras San Valentín es sinónimo de flores, especialmente rosas, chocolates, regalos "y mucho rojo alrededor para representar la pasión…", no hay que olvidar que cada 14 de febrero está también Cupido, que según la mitología griega es el "dios del amor y el deseo" y se representa con un niño desnudo con alas y con una venda en los ojos, lo que manifiesta que el verdadero amor surge del alma y no de lo físico. A su vez, el lado comercial de esta fecha llegaría en el siglo XIX, a mediados de la década de 1840 cuando a la norteamericana Esther A. Howland se le ocurrió hacer tarjetas con motivos románticos para regalo. Y de ahí hasta hoy.

Fuentes: "San Valentin", Thurston, Herbert (2015); "La Enciclopedia Católica, vol.15