
Me pregunto, "¿quién maneja la necesidad, no es quien maneja la "Libertad"? ¿No es esto un verdadero peligro? Por ello reflexiono sobre la Libertad.
Por desgracia, en el presente, debemos estar atentos a proteger la libertad porque tiene amenazas.
Cuando olvidamos valores que son reemplazados por ideologías, lo que yo llamo "golosinas de la razón" (Platón hablaba de las golosinas del alma), se establecen situaciones que responden a las circunstancias, interpretadas con un encadenamiento lógico de razonamientos que "encandilan", pero basándose en fundamentos falsos. Por ejemplo, olvidando la humanidad la esencia del hombre puede "crear un estado grandioso, pero al hombre lo convierten en simple engranaje, perdiendo su libertad. Son las grandes potencias autoritarias. O aquellas que por el contrario, populistas, "maquillan" las conductas bajo el signo de la libertad, pero son una falsa libertad, permitiendo el libertinaje para captar el voto de minorías, dejándolas contentas. Unido a la "falsa justicia" con la dádiva, quitando la dignidad del hombre, que es el trabajo.
El peligro grave está allí: cuando la situación está en manos de quien maneja la necesidad.
Manejar la necesidad, significa caer en la demagogia, conlleva a la pobreza. Ésta a la drogadicción y a la prostitución. Dos males que invaden especialmente nuestra América. De allí hay un paso, al autoritarismo. Caer en la droga y la prostitución es ir al robo y al desorden. El autoritarismo conlleva a La libertad de prensa amenazada. La falta de trabajo, pues se sustituye por la dádiva, que corroe la dignidad del hombre, repito.
La centralización del poder, desconoce la división del Poder en Judicial y manipula al legislativo.
Las situaciones difíciles, como nuestro presente, hace que cada uno se aboque a su situación personal (para salvarla) descuidando la cosa Pública, convirtiéndose ésta en "tierra de nadie" o mejor dicho, lugar propicio para los "aprovechadores" que asumen el poder y el erario Público" como cosa propia, haciendo "negociados", dejando las arcas vacías.
Por ello insisto. No olvidar el rol de ciudadanos, que tenemos. Protejamos nuestra libertad, estemos alerta, defendamos nuestros derechos y exijamos un honesto y verdadero sistema democrático.
Por Beatriz Albaladejo
Lic. en Ciencias Políticas y Sociales
