El caso de la riña interprovincial de gallos en un miniestadio de lujo desbaratada el domingo pasado por policías de Leyes Especiales en Caucete, pasó de la Justicia de Paz al Tercer Juzgado Correccional que dirige Mónica Lucero. Así, el hecho dejó de considerarse una contravención y pasó a ser calificado como un delito reprimido con penas de cárcel, por ser un acto de crueldad o maltrato a los animales (ley 14.346), dijeron fuentes policiales y judiciales. Así pasó también a ser el segundo evento similar que cae bajo una investigación penal: el 21 de octubre pasado, los efectivos de la División Delitos de la Central de Policía habían frustrado un gran evento de carrera de galgos (hallaron unos 100 perros) en Médano de Oro, Rawson.