"Emma conoce a Ana, una prostituta muy joven que es obligada por su abuela a trabajar en San Onofre. La quiere ayudar, pero Rita le sugiere que se mantenga al margen", decía el avance del segundo capítulo del El Marginal 2, que se vio el martes pasado por la TV Pública. Y más de un sanjuanino pudo haberse sorprendido cuando llegó esta escena, que abre una nueva historia, vinculada a la prostitución. Es que la joven en cuestión, que finalmente lleva el nombre Carla (no Ana, como se barajó en un principio) es interpretada por una sanjuanina que vive con sus padres y hermana en Buenos Aires, y que a menudo regresa para visitar a su familia. Se trata de Antonella Ferrari, bisnieta del creador del Auditorio, Juan Victoria, quien entró al aplaudido título casting mediante.

"Mi mamá es sanjuanina. Mi papá es de Rosario, se crió mitad allá y mitad en San Juan, porque su familia también es de ahí. Y Victoria, el que fundó el Auditorio, es mi bisabuelo; y mis abuelos son de San Juan. Nos vinimos cuando yo era muy chiquita a Buenos Aires, por trabajo de mi papá", ubicó sus raíces la joven de 21 años, para quien "El Marginal es lo más importante que he hecho".

 

 

Antonella, que audiciona desde que tiene 7 años, se inició en la actuación en comerciales y también en el taller de teatro del colegio. "Todo ese mundo me gustaba, era súper divertido para mí. Era conocer gente y lugares nuevos…", recordó en charla con DIARIO DE CUYO la artista, a quien siempre le gustó leer y escribir. "Cuando terminé el secundario seguí con los castings y estudiando actuación; y también Artes Visuales en el IUNA", acotó la muchacha, cuya pasión tributa a los genes y a las oportunidades. "Mis dos abuelos paternos me inculcaron la música; y creo que antes de ver películas de princesas ya veía ballets enteros en cassettes. Esos son mis primeros recuerdos directos con el arte, me enseñaron a disfrutarlo. Mi papá también estudió música cuando era joven y me enseñó algo. Además siempre tuve la oportunidad de ver mucho teatro, cine… siempre estuve en contacto con eso", sostuvo la actriz, cuya familia abrazó su logro: "Se pusieron recontentos, porque además me ven contenta", manifestó.

El casting fue en enero pasado. "Eran dos escenas que todavía no se vieron y después el callback (NdeR, un nuevo llamado) con Martina Gusman (protagonista) e Israel Caetano (director de los dos primeros capítulos de este año). Y como a las dos horas de hacer el callback, me llamaron… ya habían empezado a grabar y como yo entraba en el capítulo dos según el guión, fue todo muy rápido", contó Antonella, extremadamente cuidadosa de no revelar nada que no deba. "No quiero spoilear nada", atajó. Aunque sabía el destino de su prueba, Ferrari asegura que no pensó en el éxito de la tira de Sebastián Ortega, cuya primera temporada ganó el Martín Fierro de Oro, hizo roncha en los TATO, se llevó el Platino a mejor miniserie cinematográfica y el Gran Premio Internacional en el Festival Series Manía de París. "Siempre traté de tomármelo con calma, porque ir a una audición pensando en todo eso es muy estresante y tal vez no tiene que ver con el trabajo en sí, es una consecuencia. Como actriz voy a dar mi 100 sea para algo que ganó un Martín Fierro o no. Obviamente estaba entusiasmada, pero traté de no pensarlo para que no fuera una carga", explicó.

En cuanto a su personaje, Antonella comentó que le "encantó" de entrada. "Desde el principio fue un honor, no sólo estar en una tira como esta, sino representar un papel como este. Puede parecer un poco fuerte, pero está buenísimo que se cuenten estas historias. No creo que haga falta ser una chica que realiza trabajo sexual para sentirse identificado", opinó la intérprete, quien casualmente ya había hecho un trabajo sobre la prostitución en la universidad; y que también hizo de trabajadora sexual en teatro. "En lo que más me concentré fue en la vida emocional del personaje, porque su trabajo es circunstancial; su mundo interior tiene que ver con algo que nos pasa a todos", describió y detalló que toda la actuación fue una construcción entre actores y directores, equipo para el que no escatimó elogios.

"El trato de todos es excelente. Todo el equipo de El Marginal es impecable. Como actriz tampoco entré pensando que eran las grandes estrellas, porque eso también te aleja y no me pareció una buena forma de abordarlo. Más bien lo pensé desde lo muchísimo que podía aprender de todos", comentó; y confesó que nadie la trató como "la chica nueva", porque "si uno entró ahí es porque puede hacer el trabajo; y tenés que hacerlo". 

"Cada persona del equipo es impecable y profesional. Son todas personas que hacen excelentemente bien su trabajo. Entrar a ese mundo fue increíble", definió "Anto", no sin remarcar, una vez más, que su satisfacción no tiene que ver exactamente con el éxito de la serie, "una consecuencia", repitió. "La felicidad tiene que ver con lo que representa la tira, con la historia que cuenta y con el hecho de que sea un producto de excelente calidad en la TV Pública. Eso es para mí un honor, no el hit". Sin embargo, entiende que es una gran vidriera: "Sí, obvio, estar en el ojo púbico cambia las cosas", aceptó tímidamente, antes de señalar que "para mí fue un crecimiento importantísimo en todo sentido, aprender un montón de cosas de todos. Estoy feliz y honrada".