“Arrepentido”. Sebastián Tobal dijo que estar arrepentido y dispuesto a pedir perdón a la familia del joven que mató.

 

Los jueces Silvia Peña Sansó de Ruiz, Juan Carlos Caballero Vidal (h) y Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) compartieron ayer en gran parte la acusación de la fiscal Marcela Torres y confirmaron que Humberto Sebastián Tobal (24) y Karen Baginay (21) armaron un plan para matar a Angel Matías “Huevito” Amado (18), a primera hora del 19 de enero de 2015 en el Parque de Mayo. Al joven le atribuyeron haber clavado 17 veces un cuchillo en el cuerpo de la víctima, en venganza por haber matado a tiros a su hermano Walter Tobal (ver Una cadena…), el último de una seguidilla de venganzas que dejó 3 muertos. A Baginay, el tribunal le adjudicó ser partícipe necesaria por haber tentado al joven con una supuesta relación amorosa y haberlo llevado al Parque para que lo ejecutaran.

Sin embargo los jueces no adhirieron al argumento fiscal de que ese homicidio fue agravado por alevosía. La fiscal pidió perpetua porque sostuvo que Baginay dopó a Amado con psicofármacos disminuyendo sus defensas, para que luego Amado lo atacara a traición por la espalda.

Los jueces condenaron ayer a Tobal a 20 años y le dieron 19 años a su cómplice, pero por homicidio simple. Y así parecieron compartir el alegato del defensor de Tobal, Rolando Lozano, quien había cuestionado la posición de Fiscalía.

 

“Es injusto”. Karen Baginay dijo que era injusto implicarla a ella, porque no tuvo nada que ver con el homicidio.

 

Lozano dijo que ambos acusados habían llegado al Parque a la 1 de aquel 19 de enero, que el crimen se cometió 15 minutos después y que se necesitaban al menos 30 minutos para que los psicofármacos hicieran efecto.

También precisó que ningún testigo había visto que Tobal atacara a Amado cuando estaba sentado como sostuvo fiscalía, pues todos dijeron que los vieron parados de frente y que Amado pudo defenderse pues tenía heridas defensivas en sus brazos. Aseguró que el ataque no fue alevoso porque, además, Tobal se expuso a la reacción de terceros que pudieron salir en defensa de Amado en un lugar público, bien iluminado.

Por eso fue que pidió 9 años de cárcel por homicidio simple. El defensor de Baginay, Gustavo De la Fuente, había compartido el argumento de Lozano, pero alegó que su clienta no tuvo nada que ver y pidió la absolución.

El próximo 8 de febrero se conocerán los fundamentos del fallo. Seguramente allí se sabrá también si el tribunal ordena, como lo pidió Fiscalía, investigar a un hermano de Tobal, Braian, por su posible participación en el crimen. Y a otro sujeto de apellido Castillo por falso testimonio, pues negó haber tenido el celular del fallecido cuando se sospecha que eso no fue así.

 

Una cadena de ajustes con 3 muertos

 

 

Angel “Huevito” Amado tenía 17 años cuando se trenzó a tiros con Walter Tobal (34) en la Villa Unión, Chimbas, y salió vencedor. Esa pelea ocurrió la noche del sábado 16 de marzo de 2013; al otro día Tobal murió pues había recibido tres balazos, uno en el pecho, letal. Tras el ataque, quemaron la casa de los Amado y salieron a cazar al “Huevito”. En esa búsqueda, le dieron 5 tiros a su cuñado Mauricio “Peca” Ramírez (23) que se salvó de milagro. Ramírez atribuyó ese ataque a un amigo de los Tobal, Carlos “Mauro” Murúa (34) y se desquitó dándole un balazo en el abdomen la noche del 23 de abril de 2015 en Benavidez al 3.580 Oeste, Rivadavia. Murúa murió 14 días después. En el medio, el 19 de enero de ese año, mataron al “Huevito”.