La selección argentina femenina de básquet quedó afuera de la Americup en las últimas horas luego de registrar dos nuevo casos de coronavirus en su delegación que le impedirán completar el mínimo de jugadoras disponibles para poder afrontar los próximos encuentros pautados ante Venezuela y Estados Unidos.
El comunicado que emitió la FIBA es contundente al respecto: “Argentina perderá estos dos partidos por confiscación y según las reglas oficiales de baloncesto, si en un torneo el equipo pierde por segunda vez, será descalificado del torneo y los resultados de todos los partidos jugados por este equipo serán anulados”.
Los últimos testeos que se le realizaron a la plantilla detectaron dos nuevos casos positivos (Diana Cabrera y el kinesiólogo Mario Piñero), por lo que el representativo albiceleste apenas tiene a cinco jugadoras habilitadas para disputar el partido y no podrá jugar los encuentros programados, ya que el reglamento establece que necesita contar con al menos siete deportistas disponibles.
“Considerando que las pruebas adicionales que se realizaron ayer arrojaron que más miembros de la delegación resultaron positivos, y con la salud y seguridad de jugadoras, entrenadores y funcionarios como prioridad, se tomó la decisión de no disputar los partidos de Argentina vs Venezuela y Estados Unidos”, detallaron desde la organización, acorde a las normativas que establecen el protocolo Covid-19 para las Competiciones Oficiales de Selecciones Nacionales y Clubes de FIBA.
Las jugadoras nacionales que tienen exámenes negativos podrán volver al país este miércoles, al mismo tiempo que el departamento médico de la Confederación Argentina de Básquet (CAB) informó que las deportistas aisladas tras contraer coronavirus se encuentran “bien de salud y con síntomas leves”.
El certamen se lleva a cabo en Puerto Rico y las Gigantes compartían el Grupo B con el local Puerto Rico, República Dominicana, Estados Unidos y Venezuela.
El combinado que comanda Gregorio Martínez había tenido un debut épico con victoria 65-46 sobre Dominicana con apenas nueve jugadoras, porque ya el COVID-19 había golpeado a la delegación: la capitana Melisa Gretter, la subcapitana Agostina Burani y Andrea Boquete habían sido aisladas tras dar positivo en los tests. Luego, acumularon una derrota 79-56 ante el equipo anfitrión
“Estamos con mucha tristeza e impotencia. Por todo el esfuerzo que hicimos durante casi 40 días. Acá venimos a jugar y ahora nos tenemos que centrar más en la salud de la jugadoras, que es lo realmente importante hoy. Le seguimos buscando la vuelta al tema y no sabemos qué pasó. Realmente tomamos todas las precauciones posibles”, afirmó el entrenador Martínez al sitio oficial de la CAB. El coach aseguró que se testearon seis veces en un mes y relató: “Nos fuimos todos negativos y, cuando llegamos a Puerto Rico, teníamos dos positivos”.
El viaje hacia la sede y un control antidopaje en la previa de la competencia son los dos hechos que investigan actualmente para saber si desde allí se inició el brote: “El viaje implica un riesgo, está claro. Y luego está ese control antidoping oficial, que ahora estamos averiguando si alguna de las dos personas que vinieron a realizarlo dieron positivo en los días siguientes. No hay muchas más opciones porque encima a las jugadoras que les tocaron el control son las que dieron positivas”. En total, se registraron cinco casos positivos y dos jugadoras fueron aisladas por ser contacto estrecho.
“Desde el primer día nos cuidamos mucho, tomamos todas las precauciones posibles y nos ajustamos a los protocolos para reducir esa posibilidad de contagio al mínimo. Tuvimos seis hisopados en todo este tiempo, en más de un mes de preparación que hicimos para llegar acá. Se trabajó muy bien, hubo muchísimo esfuerzo en todas y cada una de las partes… Pero lamentablemente pasó, y sin dudas en el momento menos deseado”, agregó la capitana Melisa Gretter.