
Desde las guerras de independencia que comenzaron en 1810, los argentinos nos jactamos de honrar a todos aquellos patriotas que con "fuego y sangre" construyeron nuestra patria dando el inicio a la formación de una nación libre y soberana, admirada por la gran mayoría de los países del globo terráqueo, por su extensión, sus climas, sus tierras, los minerales que escondidos están a lo largo de la cordillera de los Andes, por sus grandes reservorios de agua, admirado por su gente y su cultura. Ahora bien ¿somos todos los habitantes verdaderos argentinos y patriotas? o ¿sólo nuestro patriotismo llega cuando hacemos prevalecer nuestros intereses personales o de un grupo determinado político?
Definamos soberanía
La soberanía es la autoridad más elevada en la cual reside el poder político y público de un pueblo, una nación o un Estado sobre su territorio y sus habitantes. Es también la independencia de cualquier Estado para crear sus leyes y controlar sus recursos sin la coerción de otros Estados. El término soberanía proviene del latín y está formado por el término sober-, que significa encima, el sufijo -anus, que se traduce como procedencia, y el sufijo ía. Se refiere a tener poder o autoridad por encima de otros.
Existen dos tipos claros de Soberanía:
Soberanía popular
La soberanía popular es la autoridad ejercida por el pueblo o grupo de ciudadanos que hacen vida en un territorio determinado. Esta forma de soberanía implica el ejercicio de la voluntad individual expresada a través del voto, con el que se toman decisiones de interés público y se elige a los representantes del gobierno.
Soberanía nacional
La soberanía nacional es la autoridad que ejerce una nación ante los ciudadanos que la conforman y ante otras naciones. Se considera a una nación como un entramado de instituciones en el que el poder se ejerce en representación del pueblo, en vez de la suma de las voluntades de sus ciudadanos.
Base "espacial" y puerto chino en nuestro territorio
En el 2014 el gobierno argentino viajó a China y en ese viaje, la delegación argentina concretó la firma, en Beijing, de más de diez acuerdos con ese país y, entre esos contratos, se encontraba el que establecía la cooperación entre ambos países en actividades espaciales. En este acuerdo surgió que dicha base se construya en la provincia de Neuquén, en la localidad de Bajada del Agrio. En esos documentos, avalados por el Congreso Nacional no sólo consta que Argentina cedió de forma totalmente gratuita a China 200 hectáreas en el desierto de Quintuco por 50 años, sino que también garantizó una exención impositiva total.
En estos días, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, ratificó mediante el decreto provincial 3312/22 la construcción de la base naval china con un acuerdo que fue firmado con la empresa estatal china Shaanxi Chemical Industry Group Co. Ltd.
Lo cierto es que nuestro Gobierno continúa cediendo territorios estratégicos a un régimen totalitario y para nada democrático como el de China, ya que estaríamos entregando el estratégico paso bi-oceánico sino también su influencia sobre nuestro territorio antártico.
Seamos verdaderos patriotas defendiendo nuestra soberanía por encima de todo y a "los entreguistas" les debe caer el peso absoluto de nuestras leyes.
> China presiona para controlar sectores estratégicos del país
La presión de la embajada de China en Buenos Aires aumentó aprovechando la zozobra económica y social que vive el país gobernado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Los diplomáticos asiáticos, encabezados por el jefe de la delegación Zou Xiaoli, exigen acortar plazos de implementación en la toma del control de gran parte del sector energético y conminan a la administración nacional a otorgarles el manejo de los canales y ríos navegables. A esto hay que agregar que una flota pesquera china de unos 400 barcos factoría que pescan y depredan el Mar Argentino, según denunciaron pescadores y pilotos civiles de aviación, lo que provocó una denuncia de un sector de la oposición política argentina encabezado por Mariana Zuvic, diputada nacional santacruceña.
Distintas investigaciones periodísticas dan cuenta de que estaría prevista una reunión entre Zou y la vicepresidenta de gobierno, Cristina Kirchner, quien aseguran tiene la llave para destrabar el tramo final de las concesiones de Atucha III y el otorgamiento de la explotación de la Hidrovía, una joya con la que sueña Beijing y con lo que el régimen tendría bajo su poder gran parte del comercio de granos de la Argentina, y Sudamérica, un área estratégica para toda la región. Además, por la Hidrovía sale el 80% de las exportaciones nacionales.
La Hidrovía es el transporte fluvial de más de 3.400 kilómetros de extensión, que se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay y permite la navegación entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Se trata de un negocio increíble de granos y comercio exterior para China. Mientras, en Estados Unidos, hay congresistas que se preguntan hasta dónde llegará la colaboración y las concesiones del gobierno kirchnerista con el régimen de Xi Jinping, como la base militar que China tiene en la provincia de Neuquén, donde flamea la bandera de ese país en territorio continental argentino.
Por Jorge Reinoso Rivera
Periodista
