El viento que afectó ayer a la ciudad pasó desapercibido en el autódromo El Zonda, protegido de la inclemencia por el cerro que frenó las ráfagas del Sur. Por eso el tiempo se mostró ideal durante la carrera, a pleno Sol y con más de 7.000 espectadores. Fue un marco espectacular para el domingo, que le dio la mejor cara a la zona de espectadores luego de que el sábado no se había mostrado tan benigno, con aproximadamente 2.000 personas.
Ya desde temprano empezaron a humear los clásicos asados, aunque sin dudas que la mejor postal la tuvo el punto más alto del cerro a la altura de la Variante. Un mirador que quedó más a mano que nunca luego de algunas mejoras en la huella de acceso. Y allí se ubicaron algunos privilegiados, incluso unos aprovecharon la caja de un camión, para tener una panorámica de todo el circuito.
Amigos y asados
Es la terraza del Zonda, el lugar ideal para tener una postal de cada sector del trazado. Eso sí, al estar un poco más elevado y entre rocas se dificulta hacer el asado, pero sólo es cuestión de darse mañas.
Por otro lado, para esta carrera estrenaron un sector VIP para aficionados, que se instaló en la terraza de boxes y que fue una alternativa más para los fanáticos, que buscaron estar más cerca de los autos y el movimiento de los equipos.