Entró por la ventana para salvarle las papas a Lionel Scaloni y compañía. El delantero Lucas Alario fue una de las sorpresas en el amistoso internacional entre el seleccionado argentino y su par de Alemania disputado ayer en Dortmund. El encuentro pudo terminar en goleada a favor de los europeos pero terminó en empate 2 a 2 con un gol y una asistencia del ex River.
El "Pipa", actual jugador del Bayer Leverkusen, fue el conejo que sacó de la galera Scaloni. El delantero la tuvo que remar siempre de atrás: lo convocaron sobre la hora para la gira del seleccionado argentino y ayer, cuando las papas quemaban, le tocó entrar cuando Argentina perdía 2-0 y la noche prometía terminar en goleada y papelón en favor de los alemanes. Pero Alario, quien había festejado su cumpleaños la noche anterior en la concentración, entró con el pie derecho cuando lo llamó el técnico del seleccionado cuando corrían 16" del complemento y Argentina no lograba salir del asedio alemán. Reemplazando al cordobés Dybala, Lucas entró y tuvo incidencia directa en el resultado y en el juego, porque el equipo se hizo más ofensivo, más punzante. Clavó el descuento con un gran cabezazo a Ter Stegen, el compañero de Messi en el Barcelona. Y estuvo muy encendido, concentrado, intenso, metiéndose en el área y en contacto con la pelota. Tanto que de una jugada suya de derecha a izquierda en diagonal llegó el 2-2 de Ocampos, a quien le quedó la pelota en el área.
Es un gran paso delante de Alario, que había estado afuera del radar jugando en Alemania, donde no siempre es titular. Es 9 de área, un lugar que ocupa generalmente Lautaro Martínez, y otro centrodelantero puede ser el Kun Agüero, y Mauro Icardi por ahora está out.
A Alario parece que la tierra le sienta bien. Es que desde que dejó River para irse al Bayer Leverkusen, se metió de lleno en la pelea por un lugar en la Selección. El martes por la noche sopló la velita en la concentración de Argentina y ayer en menos de un tiempo hizo mucho para mostrarse, para demostrarle a Scaloni que está intacto.
"Cada minuto, sean cinco, 10, 15, hay que demostrar que uno tiene ganas de estar y hay que ponérsela complicada al entrenador. Tenés que dejar la vida por esta camiseta", agregó Alario, que a los 27 años después de tener el estrellato en el primer River campeón de Libertadores 2015 con Gallardo, vuelve a decir presente. El flaco goleador, con paste para definir, mostró que está intacto.
Alario suma
Había estado unos minutos en el 0-0 con Chile. También en dos partidos de Eliminatorias en 2016 y en un amistoso contra Singapur con Sampaoli (su primer gol, el del 5-0). Y ahora volvió a tener minutos con Scaloni.
Sin otro "Nueve" de características entre los convocados, el delantero del Bayer Leverkusen aprovechó más que nadie el partido: con un potente cabezazo anotó el descuento (1-2) y fue el autor intelectual del empate de Ocampos.