El inicio de la cuarentena en marzo lo dejó sin poder empezar el ciclo 2020 de Alero huarpe. Por su edad es persona de riesgo y tuvo que quedarse en casa. Podría haber realizado su emisión por teléfono, pero no se sentía cómodo haciéndolo así. Sin embargo, comenzó octubre y Jorge Darío Bence no pudo mantenerse alejado del micrófono y por eso ayer volvió a encontrarse con su audiencia, pese a que el coronavirus no es historia, sino todo lo contrario. Es que el 16 de octubre su programa cumplirá 55 años y el aparcero no está dispuesto a pasarlo fuera del estudio.
"Vamos a tener que arriesgarnos, porque no puedo quedarme el resto del año sin estar en el aire. Es un reclamo de la audiencia y de la gente amiga que siempre nos acompaña y esta presencia de nuestra cultura tradicional, también es una necesidad para mucha gente como chicos de los colegios, los docentes y toda la gente que le presta sintonía a nuestro mensaje", comentó a DIARIO DE CUYO, el aparcero mayor.
Tras 10 meses sin hacer radio, volvió con toda la energía, luego de vivir el aislamiento dando rienda suelta a su creatividad tallando madera. "Estoy haciendo rostros, me salen bien, les falta la vida nada más" dijo orgulloso sobre su nueva veta artística y con la autoestima bien alta. "Siempre he sido muy optimista conmigo mismo, me he exigido bastante pero también estoy satisfecho con lo que logré para mí y para los hijos", apuntó.
El hombre, que en un mes cumplirá 90 años, ha vivido 73 años relacionado a la radio y aún más subido a un escenario, porque siendo niño ya encabezaba actos escolares.
"Me siento comprometido con esa gente me respeta que me escucha. Y como siempre, digo no quiero que me aplaudan quiero que me escuchen". Jorge Darío Bence.
Sus padres lo nombraron Jorge Pascual Recabarren pero al poco tiempo de hacer radio nació su nombre artístico. "Antes era obligación tener un seudónimo, se hacía para cuidar el honor de la familia en caso de fracaso o alguna cosa", dijo quien decidió tomar el apellido de su admirada actriz Amelia Bence. Singularmente cambió su segundo nombre a pedido de una profesora de teatro que había perdido un hijo muy pequeño llamado Darío.
"Fui locutor, actor de radioteatro, cabeza de compañía, autor de radioteatral, en esas creaciones quedaban expuestas la idiosincrasia de nuestra gente y esa necesidad de expresar a través de la escena, de la radio sobre lo que significaba ser cuyano o sanjuanino" apuntó sobre sus inicios de un oficio comprometido con la tradición cuyana que aborda desde la difusión "del cancionero popular y la rememoración de los que dejaron su vida en esta noble patriada".
Él es de la época en la que la radio transmitía también esos mensajes importantes para la vida diaria de la gente de campo. Con un programa diario por tanto tiempo (25 años de los 55 en Radio Colón y hoy desde la señal municipal Dr. Arturo Illia) su voz se volvió imprescindible a la hora de comunicar que tal o cual familia era requerida en la ciudad, que le habían mandado los remedios o que su pariente internado en la capital estaba recuperándose. A eso se sumó el disfrute de la música folclórica, la difusión de los cantores locales y de los usos y costumbres cuyanos.
"Además de San Juan, tuvimos especial sintonía en Mendoza, San Luis y parte de la Rioja donde era muy importante el mensaje por el chasqui del Alero huarpe. Una vez un paisano de Traslasierra me explicaba que él iba cada 15 días a la estafeta postal a buscar correspondencia, si le llegaba un telegrama se encontraba con él dos semanas después, mientras que nuestro mensaje era instantáneo" .
El conductor aseguró que siente su tarea como una "gran responsabilidad" por la que ha recibido a lo largo de su trayectoria algunos reproches y mucha gratitud.
Paralelamente, su tarea como presentador y conductor de festivales lo llevó a tomar contacto con figuras del folclore local y nacional. Bence recordó haber conocido a Argentino Luna, a sus amigos Los Quilla Huasi. Los Fronterizos, Los Chalchaleros e incluso a don Atahualpa. Un pendiente fue conocer a Buenaventura Luna. "Siempre andaba acompañado, así que lo veía pasar, pero nunca tuve la ocasión de abordarlo. Pero la obra de Buenaventura es mi guía como la Biblia para los católicos", admite Bence, quien fue reconocido varias veces por su labor, como cuando en 2015 el Instituto Nacional del Arte Folclórico lo nombró "prócer de la cultura" o cuando la Legislatura provincial instituyó el 2 de noviembre como el día del gaucho cuyano en su honor.
"Yo he intentado dejar la radio ya, pero no me dejan. Algunos me insisten que soy un mal necesario y están los oyentes interesados en mi palabra. Me siento comprometido con esa gente me respeta que me escucha. Y como siempre, digo no quiero que me aplaudan quiero que me escuchen". Destacó que los jóvenes son parte de su audiencia. "Ellos se sienten reflejados en lo que yo relato, en lo que yo explico y en la importancia que tiene apoyar a nuestros artistas", como así también manifestó su aprecio por la música del los folcloristas jóvenes, porque "lo hacen con honestidad".
Con una vida dedicada a difundir la tradición y la cultura cuyana, a Bence no lo inquieta qué ocurra con el camino que trazó, porque sabe que su misión continuará a través de los hijos que siguieron sus pasos y hasta un nieto que ya viene pidiendo escenario. Está claro que Jorge Darío Bence no está listo para irse y tiene cuerda para rato.