Todos los ojos se posan sobre el Mundial de Rusia y el estadio Olímpico de Luzhniki, el estadio elegido para ser la sede del partido inaugural y la final del certamen. Ese estadio que hace 36 años se transformó en una tragedia que la Unión Soviética quería ocultar.
El 20 de octubre de 1982 jugaban Spartak Moscú y Haarlem de Holanda en un encuentro de Copa UEFA. Se estima que ese día había -10 grados de temperatura y por ese frío la cantidad de espectadores bajó considerablemente. En un estadio con capacidad para 80.000 personas, solo había más de 16.000.
La directiva del club ruso decidió juntar a todo el público en dos tribunas del estadio. Spartak ganaba 1-0 y a pocos minutos para el final del partido varios hinchas comenzaron a marcharse para evitar el tumulto en la estación de subte de Sportivnaya.

Según testigos del hecho, una mujer perdió uno de sus zapatos mientras bajaba una de las escaleras y se detuvo a buscarlo. La multitud que descendía por las escaleras sufrió un embotellamiento que se agravó al momento en el que Spartak convirtió el 2-0 en el encuentro. Se amontonó tanta gente en una tribuna y en la única puerta vacía que tenía la misma. Allí ocurrió la tragedia.
"Fue horrible. No podíamos movernos, la multitud empujaba desde arriba y desde abajo. No había forma de tratar con la gente angustiada. Vi cómo un oficial de policía, un mayor, creo, saltó a la multitud para detenerlo. Pero ¿qué podía hacer? Fue muy tarde. Y él permaneció en la multitud ", expresó Volodya Andreev, testigo de la escena en declaraciones extraídas por Cafe Futebol.
Los datos oficiales nunca fueron confirmados rápidamente. El hecho recién se conoció en 1989 y se confirmaron 66 fallecidos. A las familias implicadas en el caso no se les permitía explicar lo sucedido. Las autoridades de la Unión Soviética evitaron que se publique algo sobre el episodio, la tragedia más importante en un evento deportivo en Rusia.
A finales de la década de 1980 bajo el nuevo Secretario General Mikhail Gorbachev hubo cambios en la sociedad soviética. Dos nuevas políticas, Glasnost (apertura) y Perestroika (reestructuración), allanaron el camino para un grado inaudito de libertad de prensa. La presión sobre el gobierno estaba aumentando en todos los segmentos de la sociedad, especialmente después del desastre de Chernobyl, cuyas implicaciones eran demasiado grandes como para que incluso las autoridades soviéticas pudieran encubrirlas.
"El secreto negro de Luzhniki", comenzaron a titular en 1989 sobre lo ocurrido en ese partido. En 1992 y tras el décimo aniversario del hecho se realizó un monumento mientras que en 2007 se realizó un encuentro conmemorativo entre los ex jugadores del Spartak Moscú y Haarlem. Hoy el estadio Olímpico es uno de los mejores del mundo, un estadio categoría 4 en UEFA y sede de finales de Champions League y del Mundial de Rusia 2018.
