El grupo de los veinte países desarrollados y emergentes, identificados como G20, se apresta a iniciar la primera Cumbre sudamericana, desde su creación, el 25 de septiembre de 1999, a partir de una reunión de ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales de las siete naciones más industrializadas del mundo. La ampliación del grupo giró desde la temática técnica hacia la intervención estratégica de los jefes de Estado con mayor protagonismo.

Precisamente el foro viene propiciando la cooperación económica, financiera y política ante los grandes desafíos globales que requieren alcanzar consensos o generar políticas de Estado de alto impacto en materia de equidad, desarrollo y sostenibilidad en el mundo globalizado. En conjunto el G20 representa el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.

La consigna del presidente Mauricio Macri, desde que asumió la presidencia del G20 en noviembre del año pasado, es "Construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible". De allí las premisas a debatirse ahora sobre el futuro del trabajo, la infraestructura, el futuro alimentario, la perspectiva de género, justicia e igualdad y crecimiento económico con generación de empleo, propiciadas por nuestro país.

Claro que esta decimotercera cumbre de la Unión Europea, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, lo que menos tiene son criterios para consensuar. Lo destacable podría ser la afinidad diplomática con apretones de manos para las fotos.

Aún así habrá cruciales encuentros como los de Donald Trump y Xi Jinping, con el objetivo de terminar con la guerra comercial entre ambos países. Además el polémico norteamericano mantendrá reuniones con sus pares de Francia, Rusia, Alemania y Argentina. De todas maneras debe recordarse que, fundamentalmente, las discusiones serán políticas en el marco multilateral. Pero habrá numerosos encuentros bilaterales como los de Macri con sus pares de países desarrollados. Sólo con China firmará 30 convenios de inversión.

Es necesario que Argentina aproveche el momento de estar en el centro de la escena global para consolidar la posición lograda en el marco internacional y se avance, por ejemplo, en las estancadas negociaciones con los países de Oriente Medio y del Pacífico, y de la Unión Europea.