En Chimbas, el carnaval ya se puede respirar. A pesar de que aún falta más de un mes para que esta gran fiesta vuelva a deslumbrar a los sanjuaninos, desde hace meses en los distintos barrios de este departamento ya se vive la previa del corso más convocante que tiene la provincia. Este año, hay mucha expectativa puesta en esta celebración. Es que el "Carnaval de Chimbas, el carnaval de San Juan", nombre que tiene desde hace mucho tiempo, volverá a realizarse luego de un impasse de 2 años, por la pandemia de coronavirus. Desde la Municipalidad de Chimbas dijeron que será el 3, 4 y 5 de marzo, en el corsódromo de calle Costanera, mientras que desde algunas de las agrupaciones comentaron que están en la recta final para volver a mostrar su arte.

En los comedores de algunas casas, en un pasillo, en el garaje y hasta en el patio al aire libre, hay cientos de mujeres y varones que ya están ultimando los detalles de los trajes. Lentejuelas, plumas, piedras y mucha tela brillante forman parte del decorado que tienen los improvisados talleres de cada agrupación. Hay quienes cosen de día y otros que recién empiezan con ese trabajo después de las 22, cuando su rutina ya está llegando al final. Es que las personas que forman parte de estos grupos hacen su aporte voluntariamente y deben acomodar los horarios para llegar con todo lo que se necesita para poder presentarse en el corsódromo. De hecho, es habitual ver que en algunas casas donde trabajan las costureras, las máquinas de coser están sobre las mesas mientras en las hornallas de la cocina preparan la cena para su familia. Es que muchas se llevan el trabajo a sus casas.

Música. Las batucadas también tienen mucho ensayo.

"Estamos desde julio trabajando, pero en estos meses todo se vuelve más intenso. Se arranca con tiempo, porque nos gusta que cada persona que represente a la agrupación pueda lucirse y que el carnaval crezca año a año", dijo Daniel Barrera, de la agrupación Costa Norte, del barrio Costanera, y comentó que ellos ensayan todas las noches durante dos o tres horas para que los bailes y la música puedan ser lo más perfectos posible.

Al igual que ellos, la mayoría de las agrupaciones se juntan dos o tres veces por semana a ensayar. Y siempre de noche, que es cuando puede la mayoría. En las plazas de los barrios o en algunas calles, estos momentos se vuelven la atracción de todo el vecindario. En los bancos de las plazas, sentados en los cordones de la vereda y hasta mirando desde las ventanas, la gente que no participa activamente de los corsos, disfruta de estos ensayos y hasta alienta a los artistas para que mejoren día a día.

Si bien muchas de las agrupaciones comenzaron con el trabajo fuerte a mediados de año, el aporte silencioso que hacen es de un año para el otro. De hecho, dijeron que cada vez que el carnaval baja el telón, ya se empiezan a preparar para el año siguiente.

Para poder mostrar cada traje y hacer sonar cada instrumento, las agrupaciones necesitan una gran inversión. Y para eso, hay algunas que formaron asociaciones civiles y eso les permite cobrar una cuota mensual. Hay otras que hasta salen a eventos privados para poder recaudar fondos o venden comidas durante el año para ahorrar poco a poco. Es que todo aporte es importante, dijeron.

Con las plumas. Los artesanos y costureros trabajan en ultimar detalles de los diferentes accesorios.

Para poder abaratar costos tienen una gran cantidad de estrategias. Buscan ofertas a través de las redes sociales y hasta compran plumas sobrantes que venden las grandes comparsas de Gualeguaychú, entre otras. Es que los grupos de otras provincias, que tienen fiestas más profesionales, cambian todo su vestuario año a año y revenden parte de los productos que quedan en buen estado. De esa manera las consiguen a un precio menor. Fabrican apliques brillantes y gigantes, pegando lentejuelas y piedras que reutilizan de años anteriores y en algunos casos, los viejos trajes son utilizados para forrar los tocados de las bailarinas o los espaldares. Esto también lo hacen para ahorrar dinero y por eso, valoran mucho que desde hace años, la espuma no es parte de este festejo, pues antes eso les arruinaba toda su producción.

Comentaron, por ejemplo, que una Ema Retorcida (nombre que lleva una de las plumas que usan) cuesta $200 y hay cabezales que tienen más de 30. Pero para que ese casco tenga más color y movimiento se le agrega unas 50 plumas de gallo, que tienen un valor de $300 y unos 20 plumines, que cuestan unos $70. Es decir que para un casco, sin contar la tela, el alambre, el pegamento y las lentejuelas, entre otras cosas, se gastan sólo en plumas $22.400.

"Nosotros somos una comparsa joven y chica. Tenemos unos 70 integrantes y no podemos tener más gente por lo caro que están los materiales", dijo Javier Zuiser, de la comparsa Imperio Río Grande, de la Villa Mariano Moreno y el barrio 2 de Abril. Mientras que desde otras agrupaciones comentaron que tienen un promedio de 100 artistas que salen a escena.

"Es un trabajo sumamente artesanal y por eso nos lleva mucho tiempo. Eso, además del dinero que se necesita. Este año tenemos mucha expectativa aunque hay agrupaciones tradicionales que no podrán participar por falta de fondos y de gente. Es que la pandemia nos dejó un poco desarmados. Para dar un ejemplo, nosotros compramos dos instrumentos chicos y nos salieron unos $100.000. Es decir, nosotros ponemos en la calle un espectáculo que tiene un costo de más de $10 millones y el municipio colaboró con un $1,5 millones", dijo Isaías Burgoa, de la Comparsa Fénix, de la agrupación Unidos de Villa Paula, y comentó que para abaratar costos ellos forran los zapatos de las bailarinas año a año y hasta tiñen botas para que cada artista tenga el calzado acorde al resto de los trajes. "Es un hobby muy caro el carnaval. Es todo a pulmón, pero es algo que nos apasiona", concluyó.

Ensayos. En las plazas, los grupos se preparan.

 

Claves

 

Villa Paula

Esta agrupación está formada por 150 personas. Su alegoría se llama "África Animal". Sus integrantes representarán a animales de la selva y hasta pobladores africanos.

Costa Norte

La agrupación está formada por 110 personas. "Atlantis y Vida Marina" es el título de su alegoría. Mostrarán la magia y los mitos que hay en torno a la Atlántida, la ciudad perdida.

Imperio Río Grande

Su alegoría se llama "Hechizos, mundo mágico". Estará representada a través de hechiceros, brujos y hasta ogros. Esta agrupación es la más joven que tiene el Carnaval de Chimbas.