El radicalismo, uno de los socios mayoritarios de Cambiemos, logró darle un fuerte impulso a la alianza oficialista, sobre todo en el interior del país y pudo incrementar su presencia tanto en Diputados como en el Senado.
En el día después de la elección legislativa en la que Cambiemos se impuso en los cinco principales distritos y consiguió el mayor caudal de votos a nivel nacional, el radicalismo hizo su propio análisis y festejó en ambas categorías legislativas.
En la cámara baja, el radicalismo llegó a los comicios con un total de 36 diputados y ahora pasará a contar con 43 bancas, formando parte del interbloque de Cambiemos que hasta el 10 de diciembre estará comandado por el cordobés Mario Negri.
En esta oportunidad puso en juego 20 bancas que había obtenido en el 2013, antes de armar el frente con el PRO, y logró obtener 27 bancas nuevas, por lo que el conteo final le da con 7 escaños más a partir de diciembre. En el caso del Senado, donde cuenta hasta la fecha con 8 senadores propios, pasará a tener un bloque propio de 13 legisladores propios. Sobre finales de septiembre -menos de un mes antes de las elecciones generales-, el chaqueño Angel Rozas había renunciado a la presidencia del interbloque, por lo que una de las prioridades del oficialismo será consensuar un nuevo jefe. Al igual que en el 2015, cuando Mauricio Macri logró llegar a la Casa Rosada luego de la conformación del frente entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, el partido comandado por el santafesino José Corral hizo su principal aporte en el interior del país.
En Jujuy, Mendoza y Corrientes, las tres provincias que están en manos de la UCR, hubo performances muy auspiciosas que dieron un fuerte respaldo a Gerardo Morales, Alfredo Cornejo y al recientemente electo Gustavo Valdés. Además, el radicalismo se anotó el triunfo en La Rioja, donde Julio Martínez superó al Frente Justicialista Riojano de Carlos Menem por menos de tres puntos de diferencia, le permitió ubicar a dos senadores y lo puso en carrera para la gobernación en 2019.
Santa Fe fue otra de las provincias donde el aporte del radicalismo fue importante para el triunfo de Cambiemos, tras la ruptura del centenario partido con el socialismo que lo llevó a hacer la alianza con el PRO. Con Albor Cantard al frente de la boleta de diputados, Cambiemos ganó por primera vez a nivel provincial y como obtuvo el 37,78 accedió a tener 5 de los 9 escaños en juego y permitió el ingreso de Gonzalo Del Cerro un concejal de la UCR de Rosario que llegará al Congreso nacional.
En la Ciudad de Buenos Aires, el radicalismo fue dividido entre el apoyo orgánico que le dio la UCR porteña a Martín Lousteau y la incorporación de dirigentes aislados en la lista de Vamos Juntos comandada por Elisa Carrió, que permitió el regreso a la Cámara de Diputados de Facundo Suárez Lastra.
En Buenos Aires, donde los primeros lugares estuvieron reservados para las figuras del PRO, el radicalismo logró incorporar a tres diputados nacionales, de los 15 que ingresarán a la cámara: Fabio Quetglás, Carlos Fernández y Josefina Mendoza.
En este contexto, el radicalismo y el PRO comenzarán a definir en los próximos días en el Senado cuál de las dos fuerzas conducirá el interbloque Cambiemos que a partir del 10 del diciembre podría convertirse en la primera minoría si se produce el anunciado quiebre en el peronismo entre kirchneristas y no kirchneristas.
Desde el radicalismo postularían al formoseño Luis Naidenoff, quien aunque perdió por un amplio margen logró la reelección ya condujo el bloque radical durante los años del kirchnerismo en el poder; y a la tucumana Silvia Elías de Pérez.
La peor cosecha de Massa desde 2013
La coalición 1País, liderada por Sergio Massa y Margarita Stolbizer, logró sólo un 11% de votos en la provincia de Buenos Aires, cuatro puntos menos de lo obtenido en las PASO y se convirtió en la peor elección del exintendente de Tigre desde que formó el Frente Renovador en 2013. Tras felicitar al "presidente Mauricio Macri, a la gobernadora María Eugenia Vidal y al candidato Esteban Bullrich" por el triunfo, Massa, en tono de autocrítica velada, dijo: "El voto de la gente es una responsabilidad. Se los digo desde el lugar de haber aprendido de los errores de la soberbia, que no se ensoberbezcan con el triunfo".
Hace cuatro años logró el 44% de votos y logró romper el sueño de "Cristina eterna". frenando la re-reelección. Hoy ni siquiera logró entrar al Senado.