La Unión Europea (UE) viaja este lunes a Montevideo para una nueva ronda de negociaciones con el Mercosur en busca de la conclusión de su acuerdo comercial tras casi dos décadas de búsqueda de consenso, un proceso en el que el bloque comunitario comienza ahora a percibir el principio del fin.
"Nunca hemos estado tan cerca de la conclusión", explicó una fuente diplomática europea, que predijo una semana de negociaciones "intensa" con muchos asuntos que tratar entre los dos equipos. "Nos estamos acercando a sus expectativas", afirmó.
Para el bloque comunitario, entre los temas clave continúa estando la apertura de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay a su industria automovilística, un área en el que, según explicó la fuente diplomática, no se ha alcanzado el final pero "se puede empezar a percibir el principio del final".
"Al menos tenemos un entendimiento claro en nuestras limitaciones recíprocas en este asunto", indicó la fuente.
En cuanto a las indicaciones geográficas, determinantes para el club europeo en todos sus tratados comerciales por el volumen de productos singulares y reconocidos a nivel mundial que proceden de la UE, aún hay decenas de elementos que "requieren una solución".
Entre los cerca de 50 productos de la UE en los que no se ha alcanzado un acuerdo se hallan quesos como el manchego, el pecorino, el parmesano, el feta o el fontina, y bebidas alcohólicas como la cerveza de Múnich, el coñac, el vino de Rioja, el licor alemán Steinhäger o el espumoso Prosecco. También son necesarios más trabajo y contactos en capítulos como las reglas de origen, el acceso a los mercados para los productos lácteos o los servicios marítimos, y cerca de cincuenta asuntos menores que requieren los últimos retoques antes de pasar al texto del acuerdo y sin los cuales no habrá una conclusión.