La Unidad de Información Financiera (UIF) dictaminó este jueves congelar los bienes de presuntos financistas del grupo chiíta Hezbollah que operan en la Triple Frontera, de Argentina, Brasil y Paraguay. La circular fue ordenada por el titular de UIF, Mariano Federici, a través de los mecanismos de cooperación internacional reactivados por la UIF, y fue recibida por los llamados “sujetos obligados” en esta red, que integran escribanías y contadores, entre otros.
Tal como anticipó Clarín ayer, es la primera vez que se conoce una medida así, aquí. Este diario pudo saberlo a través de uno de los llamados "sujetos obligados" que recibieron la circular. Son unos 50.000, entre ellos escribanías y contadores. La circular comienza diciendo que "la medida de congelamiento se dictó en ejercicio de las atribuciones legales conferidas a la UIF-AR por la Ley 26.734, reglamentadas por el Decreto 918/2012, que facultan a la UIF-AR a llevar a cabo el congelamiento administrativo de bienes y/o dinero vinculados a las acciones delictivas previstas en el artículo 306 del CODIGO PENAL (Delito de Financiamiento del Terrorismo), con el fin de proteger la integridad del orden económico financiero, así como la paz y seguridad internacional, conforme a normas y estándares internacionales", reza parte del texto.
Según esta circular, luego de investigaciones que se vienen haciendo, la UIF-AR identificó el posible accionar delictivo personas de nacionalidad libanesa en el territorio nacional y con información de fuentes extranjeras -desde Estados Unidos e Israel han hecho reiteradas observaciones de presencia y actividad de Hezbollah en la zona- se pudo elaborar un cuadro de situación que le permitión concluir que dichos individuos están involucrados "en acciones de lavado de activos y financiamiento del terrorismo".
La circular va más allá y los identifica como parte del “Clan BARAKAT”, liderado por Assad Ahmad Barakat, quien "presentaría estrechos vínculos con el liderazgo de Hezbollah, desde su centro de operaciones en la ex Galería Page (hoy galería Uniamérica) ubicada en Ciudad del Este (Paraguay)". Según se apunta abiertamente, el “Clan” estaría involucrado en delitos de "contrabando, falsificación de dinero y documentos, extorsión, tráfico de estupefacientes, tráfico de armas, lavado de activos y financiamiento del terrorismo". En este punto se señala que esta recaudación de ilícitos iría para Hezbollah. Terrorista por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).
Son 14 las personas identificadas con vínculos con el Clan y que tienen registrados múltiples cruces a la Argentina, sobre todo a través del puente internacional Tancredo Neves. ubicado en Misiones. "Una vez en la Argentina, los miembros del “Clan” habrían realizado, en un casino de Iguazú, cobros por supuestos premios que en su conjunto superarían los US$ 10.000.000 (diez millones de dólares estadounidenses), sin declarar ni el ingreso ni el egreso de fondos al cruzar la frontera."
La circular no apunta a mostrar riesgo de atentados terroristas -Hezbollah está acusado de ser responsable de los ataques a la embajada de Israel en Argentina en 1992 y a la AMIA en 1994- pero si es un último dato contundente de que hay operaciones sospechosas financieras en la zona para Hezbollah. Este grupo, "junto con otros referentes que habrían actuado en la zona de la Triple Frontera, se encuentra designado como Terrorista por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, con sus bienes congelados e imposibilitado de operar financieramente en dicho país-
Según la información obtenida por Clarín, a Assad Ahmad Barakat se lo relaciona estrechamente con el liderazgo de Hezbollah, y se informó que ha trabajado en forma muy cercana con "numerosos extremistas islámicos radicados en la Triple Frontera y ha sido sindicado como tesorero de Hezbollah durante un prolongado periodo de tiempo, llevando contribuciones al Libano para dicha organización."