Con un formato de tres etapas, dos en línea y una crono se podrá en marcha a las 9,30 una nueva edición de la Vuelta a Valle Fértil. En la competencia que organiza la Fundación Para el Progreso habrá un nutrido pelotón de 96 corredores, una docena de ellos vallistos, quienes tendrán la oportunidad de medirse con las figuras del pelotón federado. Aún diezmados porque están afrontando carreras afuera, estarán representados los continentales de la Agrupación Virgen de Fátima (Vuelta Colombia Oro y Paz, ver página anterior) y del SEP-San Juan (Doble Bragado). El día de mañana los entusiastas pedalistas locales podrán contarle a sus hijos y nietos que compartieron pelotón con Gonzalo Najar, el jujeño que venció a los equipos profesionales. Con equipos más numerosos y, por lo tanto, con mayores chances de victoria partirán el resto de los conjuntos profesionales UCI: Municipalidad de Pocito, Asociación Mardan y Municipalidad de Rawson.

La competencia se abrirá con un tramo en pelotón que se iniciará en Chucuma y que luego de pasar por San Agustín llegará hasta Usno, donde se girará en ‘U’ y se pondrá proa hacia la villa cabecera. La línea de meta será frente a la plaza departamental, donde concluyó el parcial de la Vuelta a San Juan. Dicho final tiene una curva en 90 grados a 500 metros de la línea de llegada por lo que de haber embalaje masivo, quien entre a la curva de cabeza tendrá mayores opciones de quedarse con la victoria tras totalizar 92 kilómetros.

 

Un equipo municipal y un total de 11 vallistos correrán.

En horas de la tarde se desarrollará una contrarreloj corta, de esas que equiparan las chances de rodadores con velocistas. Serán 6,2 kilómetros por la Ruta 511 que se largarán a las 18, desde la localidad de Balde de Las Chilcas.

Para finalizar los organizadores, siguiendo la sugerencia de las autoridades municipales que apoyan la prueba, decidieron largar el último esfuerzo, el más largo que se disputará desde las 9:00 de mañana; en Caballo Anca. Serán 108 kilómetros que tendrán en su cuarto inicial de competencia el paso por los siete túneles de la flamante Ruta Internacional 150 y, por ende, el ascenso a Los Caracoles, por donde se superan los tres Altos (a los que habrá que bautizar a pedido de la prensa española que cubrió la Vuelta, que se refirió a ellos como Caballo Anca), para luego finalizar en raudo descenso en San Agustín, tras pasar por Ischigualasto y varios distritos departamentales vallistos.