El sarampión, la enfermedad eruptiva que afecta a la niñez, se creía controlada gracias a las campañas de vacunación que se realizan prácticamente en todo el mundo según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tal como se encuadra en nuestra política sanitaria. Sin embargo se registraron brotes alarmantes, en más notorio en 2013 entre varias comunidades protestantes de una región de los Países Bajos donde se mantiene una rígida interpretación del calvinismo.
Este drama de origen religioso ha dado lugar a uno de los mayores experimentos sobre el sarampión con un seguimiento de los 2.800 afectados hasta semanas después del contagio. El estudio médico encontró secuelas impensadas como la "amnesia inmunitaria" ante otros patógenos debido a que los chicos sin vacunar quedan con una inmunidad especialmente dañada y sus sistemas de defensa olvidan cómo luchar contra el ataque de otras infecciones.
Los estudios en inmunogenética realizados en Cambridge, que acaban de publicarse, llegaron a entender cómo se produce la amnesia inmunitaria en seres humanos que han padecido sarampión y las conclusiones son tan preocupantes que requieren una severa conducta vacunatoria de la población infantil absolutamente respetuosa del calendario oficial. Es lo que se busca en nuestra provincia de manera de garantizar inmunidad que, como se ha descubierto, va más allá del sarampión.
De acuerdo a las investigaciones científicas el contacto con esta enfermedad podía provocar una supresión inmunitaria del individuo que se extiende durante meses y a veces por años, después de la desaparición de los síntomas característicos del sarampión, como las erupciones cutáneas. Probablemente, según los estudios, esta vulnerabilidad sea la razón que explique la hipótesis de estudios previos que relacionaban al sarampión con el 50% de las muertes infantiles por enfermedades infecciosas.
En San Juan el Programa Provincial de Inmunizaciones ha realizado recomendaciones para que los padres verifiquen y completen el esquema del calendario de vacunación obligatorio contra el sarampión, que además es una efectiva prevención para otras enfermedades eruptivas de los chicos, caso de la rubéola.
Lo importante es no olvidar al sarampión porque acecha. En 2016 nuestra región fue declarada libre de la enfermedad, pero la situación epidemiológica a nivel global hizo necesarias las medidas actuales.
